Pasados de frenada: los conductores más rápidos -y multados- de Europa

Los conductores de los modelos más potentes de coches saben que sus máquinas son capaces de alcanzar velocidades de vértigo. Sin embargo, la inmensa mayoría de las vías de circulación europeas no están preparadas para estas velocidades. No sin, al menos, poner en peligro la propia vida y la de los que conducen alrededor.

Por ello, las sanciones cada vez son más duras para estos infractores, a los que hace una década se les miraba con cierta condescendencia, pero que ahora son perseguidos con todo el peso de la justicia. Como debe ser, ya que la vida humana se pone en juego a 300 kilómetros por hora.

En cualquier caso, Aquí van las ocho multas más espeluznantes en todo el Viejo Continente y sí, por desgracia, hay un representante español.

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El Audi de Francia que se puso a 310 kilómetros por hora

La tercera multa más espeluznante de todo el Viejo Continente se produjo en el país galo, cuando un Audi RS4 alcanzó la friolera de los 310 kilómetros por hora, en una vía donde el límite es de 110 kilómetros para los conductores.

La sanción en este caso no fue económica, sino que se condenó al infractor con un año de prisión. Parece que en Francia son algo más duros que en Italia o Suiza en este sentido. 

En este caso, el dueño del vehículo también llevó al límite la capacidad del mismo, ya que las especificaciones técnicas del modelo establecen en 250 kilómetros por hora la velocidad máxima a la que poner la máquina.