Antiguas ciudades arrasadas, restos que desaparecen, momias aplastadas por las ruedas de los camiones. Son muchos los atentados que se han sucedido en los últimos años, que coinciden con el conflicto armado en Siria e Irak, contra el patrimonio cultural, arquitectónico y artístico de las ciudades de estos dos países orientales.
Sin embargo, no nos encontramos ante un fenómeno nuevo, sino que es una realidad que se viene sucediendo a lo largo de los siglos. Los conflictos armados no solo dejan un reguero de sangre a sus espaldas, sino que también arrasan con buena parte del patrimonio de las ciudades por las que pasan. En otros casos, solo hace falta la voluntad del poder para terminar con algunas joyas del pasado:
1Alepo y el conflicto en Siria
El conflicto en Siria no solo se está cobrando la vida de muchas almas inocentes, sino que las bombas están arrasando con un rico patrimonio histórico, arquitectónico e histórico que nunca se va a poder recuperar.
De hecho, la ciudad de Alepo ha perdido según los últimos datos conocidos casi una cuarta parte de todos sus atractivos culturales y turísticos en la ciudad vieja -que otrora funcionaba como epicentro de los visitantes y viajeros que se acercaban hasta la ciudad-.
La situación se ha vuelto tan complicada que varios funcionarios, ligados a la cultura, del país mediterráneo se han decidido por salvar un sinfín de objetos milenarios guardados anteriormente en el museo de su capital, Damasco.
Por otro lado, el Estado Islámico se ha convertido en otro quebradero de cabeza -además de por las razones obvias- por destruir todo el patrimonio cultural que encuentran a su paso, como son los casos de la ciudad de Palmira u otras zonas de Irak -donde arrasaron el monasterio cristiano más antiguo del país-.
Dentro de su atroz y voraz apetito destructor han llegado a pasar camiones por encima de antiguas momias.