La malaria es la enfermedad infecciosa más grave que existe en la actualidad ya que es la que más mata cada año en el mundo, especialmente en niños pequeños. Es por ello por lo que cada año, los científicos especializados en enfermedades infecciosas intentan buscar una cura para esta terrible enfermedad que arrasa por donde pasa.
Es por este motivo por el cual se pretende encontrar una vacuna contra la malaria gracias a la manipulación genética. En este nuevo estudio, los investigadores de Estados Unidos han cambiado tres genes al parásito que provoca esta terrible enfermedad logrando una población de ejemplares debilitados. Después de esto, infectaron con esta plaga debilitada a una decena de voluntarios. Sorprendentemente, ninguno de ellos desarrolló la enfermedad, sino que todos activaron su sistema inmunitario frente al patrógeno.
En el año 2015 murieron 300.000 niños pequeños menores de cinco años a causa de la malaria.
Los científicos ahora coinciden en que la mejor manera de vencer a la malaria es una vacuna que pueda inmunizar a la población más expuesta a este parásito, de esta forma se acabarían las miles de muertes anuales por malaria. Pero claro, no todo es tan sencillo como parece ya que el Plasmodium falciparum, que es la especie de protozoo que causa la variante más grave de la enfermedad, es un bicho realmente difícil de combatir debido a que es mucho más complejo que los virus tradicionales.
La nueva corriente de investigación está llevando a los científicos de todo el mundo, especialmente a los de Estados Unidos, a combinar la tradición de las vacunas con las modernas herramientas de manipulación genética para llegar hasta la vacuna – que ha resultado ser muy segura por el momento – que suponga la salvación de centenares de personas.
Según comentan los investigadores que forman este proyecto, los tres genes que se han borrado en los parásitos son la clave para que se establezcan en los hepatocitos y poder así defenderse del huésped no deseado. En principio, los científicos introdujeron los parásitos modificados en una población de mosquitos Anopheles, el conductor de la malaria. Estos parásito se desarrollaron allí hasta llegar a la fase más infecciosa, llamada esporozoíto, e introdujeron entonces el virus en voluntarios humanos a través de una picadura de mosquito. El parásito no pasó a ningún ser humano.
El parásito modificado no pasó al sistema de ningún ser humano, todos los voluntarios quedaron a salvo.
El modo de funcionamiento del Plasmodium es realmente sencillo. Una vez está en el torrente sanguíneo humano, tiene que llegar hasta las células hepáticas, donde pasa por otra fase vital (merozoíto) en la que se multiplica por miles. Es en este momento cuando sale del hígado y ataca los glóbulos rojos, que es cuando causa la muerte. Lo que pretende hacer esta vacuna es evitar que los merozoítos salgan de las células del hígado, por lo que no atacarán a los glóbulos rojos.
Aunque aún está en fase de investigación, parece que la vacuna será todo un éxito dentro de poco tiempo ya que, además, los efectos secundarios que se manifestaron no fueron más que una hinchazón, enrojecimiento y picor en la zona de los picotazos. Aún tendremos que esperar un poco para ver si esta investigación sale a la luz o no, por el momento tendremos que tener paciencia para conocer el resultado final.