Los secretos del ‘Listo para comer’ de Lidl

Los grandes supermercados se están convirtiendo en una de las grandes alternativas a la hora de comprar comida para llevar. Sí, cada vez más ciudadanos están dejando de ir a comer al restaurante de turno que esté más cerca de su trabajo (y que acepte los cheques restaurante que dan algunas empresas), para apostar por la comida para llevar de supermercados como Mercadona, Carrefour o Lidl. Sí, la cadena alemana acaba de presentar su nuevo servicio. ¿Su nombre? Listo para comer.

Correcto, la cadena de supermercados germana no ha dudado ni un momento a la hora de plagiar a su gran rival, ofreciendo una serie de productos recién cocinados, con la intención de que puedas comer de forma mucho más sana sin que tengas que ir a un restaurante. Exacto, se acabaron esos canelones congelados que recalientas tristemente en el microondas de tu oficina. Ahora, Lidl te pone las cosas más fáciles.

¿Por qué apostar por «Listo para comer» de Lidl?

La Cocina en carrefour

La cadena de supermercados de origen alemán no ha dudado en copiar a Mercadona. ¡Hasta el nombre es casi el mismo! Y la razón para que hayan realizado este movimiento está muy clara: los supermercados le están ganando la batalla a los restaurantes y bares de España.

El motivo de esto es bastante sencillo. Para empezar, la comida para llevar que ofrecen Lidl, Mercadona o Carrefour, por poner algunos ejemplos, tienen una gran calidad. Ya no hablamos de productos precocinados de calidad media baja, sino de platos caseros que tienen una pinta excelente, y un sabor a la altura de las expectativas.

Por otro lado, el precio del catálogo de productos de la nueva familia «listo para comer» de Lidl, igual que la comida para llevar que ofrecen sus grandes rivales, tienen un precio notablemente inferior al menu de un restaurante. Especialmente en una gran ciudad, donde la media ronda los 9 euros, y más si trabajas en el centro. En cambio, por 6 euros puedes comer realmente bien. Y esos 3 euros de diferencia, a la semana son 15 euros. Osea, que al mes te estás ahorrando 60 euros. Sí, cada año tendrías 720 euros, lo que cuesta un crucero si pillas un buen chollo…

Y, la guinda del pastel la pone el tiempo que tardas en comer. Si comes de forma habitual en un restaurante, sabrás que, como mínimo, estás 40 minutos fuera de tu puesto de trabajo: que si pides la comida, esperas que te la traigan, comes y vuelves. En cambio, si tienes la comida ya traída del casa (o mejor dicho, comprada en la sección «listo para comer» de Lidl) te ahorras un tiempo que es oro.

Nerea Pereira Plata
Nerea Pereira Plata
Estudiante de Periodismo y chica geek. Como buena techie soy una amante de las nuevas tecnologías y me encanta probar siempre gadgets nuevos.