Rewinder y sus “rewinders” logran que 15.000.000 de mascarillas desechables no lleguen al mar

En momentos donde las mascarillas se han convertido en un producto esencial, su consumo no ha hecho más que aumentar. Sin embargo, lo que parecen ser las mejores fechas para la industria farmacéutica, no lo son tanto para la conservación del planeta y sus ecosistemas.

Por este motivo, cada vez surgen más iniciativas en favor del ahorro y la sostenibilidad ambiental. Tal es el caso de la empresa española Rewinder, que con sus mascarillas reutilizables y certificadas pretende combatir la propagación de la COVID-19, a la vez que le pone freno al desecho masivo de materiales de un solo uso.

Frente al compromiso que implica innovar en un producto tan demandado, Rewinder ha logrado abrirse paso en la industria nacional e internacional, gracias a la calidad de sus productos y a su alianza con compañías e instituciones líderes en investigación, como la HeiQ de Suiza y el Doherty Institute en Australia.

La propuesta de Rewinder para los consumidores 

Desde su catálogo, Rewinder pone a disposición de los consumidores dos modelos de mascarillas. En primer lugar, la Rewinder 40 ofrece un diseño con doble capa de algodón orgánico Oeko-Tex, que con su tratamiento hidrófugo puede repeler el 100 % de los líquidos y contrarrestar la entrada y salida de partículas contaminantes.

Por otra parte, la Rewinder 30 está fabricada a partir de un tejido antibacteriano que inactiva el virus SARS-CoV-2, patógeno causante de la COVID-19. Su doble capa de algodón orgánico también está diseñada para prevenir el ingreso y la expulsión de partículas, así como también el desgaste por el sudor u otros agentes.

Todas las mascarillas de Rewinder pueden ser lavadas y reutilizadas hasta 30 veces, son hipoalergénicas y están disponibles en diferentes tallas. Aunque su stock en línea es el más variado, también se pueden adquirir en farmacias y establecimientos de toda España.

La visión de Rewinder y su compromiso social

Uno de los principales incentivos para Rewinder, consiste en lograr la reducción del impacto medioambiental provocado por la pandemia durante 2020. Por ello, esta empresa se basa en ofrecer alternativas a los materiales convencionales de un solo uso, para así evitar que la crisis sanitaria derive en un colapso ambiental.

Gracias a los clientes de la marca, conocidos como Rewinders, se ha logrado que al menos 15 millones de mascarillas desechables no contaminen múltiples entornos ni lleguen al mar, donde se convierten en una amenaza inminente para los ecosistemas y las especies que allí habitan.

Más allá de la responsabilidad ambiental, Rewinder también enmarca sus esfuerzos en el compromiso social y la sostenibilidad, aportando el 5 % de sus ganancias a organizaciones como la Cruz Roja y generando miles de puestos de empleo de forma directa e indirecta.

Ahora más que nunca, Rewinder pretende consolidarse como una marca de referencia en la fabricación de productos sostenibles, mediante una filosofía basada en la protección del planeta, el bienestar de las personas y la profundización en el concepto I+D+i.

Para Raquel Rodríguez, CEO de la compañía, el momento en el que nos encontramos es crucial para cuidarnos y cuidar de los demás. Por ello, aunque la incertidumbre forma parte del día a día, iniciativas como Rewinder nos permiten accionar y evolucionar hacia nuevos y mejores hábitos de vida.