La reforma del Santiago Bernabéu tendrá que esperar por el coronavirus

El Consejo de Ministros extraordinario traerá consigo una medida nueva: los trabajadores de actividades no esenciales deberán quedarse en casa durante las dos próximas semanas. Es decir, entre el lunes 30 de marzo y el jueves 9 de abril. Entre esas actividades no esenciales está la construcción. De ahí que la reforma del Santiago Bernabéu deba echar el cierre.

Un cierre que, en principio, durará esas dos semanas pero que podría alargarse en el tiempo dependiendo de la evolución de la expansión del coronavirus. Porque ni obreros, ni arquitectos, ni capataces, ni cualquier otra persona que forma parte de una obra, se considera actividad esencial.

La construcción se considera actividad no esencial y debe parar para evitar la expansión de la pandemia

La razón de esta medida que acaba afectando al Santiago Bernabéu es reducir los desplazamientos y, de esta manera, evitar la propagación del Covid-19. De esta manera, la reforma se retrasará, en un principio, sobre la fecha inicial prevista: arrancó en mayo de 2019 y tiene una duración de 39 meses.

Los plazos previstos para una obra, cuyo coste aproximadamente es de unos 500 millones de euros, podrían recuperarse. Porque, como dijo el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al anunciar la medida, deberán recuperar el tiempo perdido “de manera paulatina y espaciada en el tiempo”.

Una recuperación que deberá llevarse a cabo una vez concluya la situación de emergencia que, a día de hoy, no se sabe cuándo será. Y puso el ejemplo de una hora más diaria. Habrá que ver si eso acabará redundando en la realización de los turnos. El plazo de recuperar los días perdidos finalizaría el 31 de diciembre. Entonces habrá que ver si la reforma del Bernabéu ha recuperado el tiempo perdido.

EL BERNABÉU Y EL CORONAVIRUS

Desde que se puso en marcha la cuarentena y el confinamiento de la población, las obras del Santiago Bernabéu siguieron en marcha. La actividad no se frenó. Pero, al igual que en otras obras emblemáticas de la capital, se intentó trabajar de la manera más segura posible.

Como en otras obras, los ritmos de trabajo y los turnos entre cuadrillas se espaciaron lo más posibles. Así se intentó evitar contagios. Se trata de una circunstancia que suele acabar demorando los plazos de entrega que inicialmente se acordaron.

Diferentes asociaciones relacionadas con el sector de la construcción hicieron hincapié en que, para mantener la seguridad en las obras, era necesario parar las mismas. Incluso el Ayuntamiento de Madrid se lanzó a la misión de inspeccionar las obras para comprobar in situ que se estaban cumpliendo las medidas de protección.

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Es FCC, la constructora bajo la batuta del mexicano Carlos Slim, quien está llevando a cabo la reforma del Santiago Bernabéu. En la carrera por llevarse la obra, dejó atrás a Ferrovial, San José y Acciona. FCC presentó la oferta más económica y con un plazo de ejecución menor. El resto de competidores no se atrevieron a tanto.