Es un hecho; después de darnos un buen chapuzón en la piscina o luego de haber entrado al mar y habernos refrescado en la playa, es bastante común que lleguen a producirnos molestias de oído debido a la entrada del agua como líquido, lo que hará de tapón y que tengamos ciertas molestias durante un tiempo, por lo que deberemos cuidarnos para proteger nuestra salud y sistema auditivo.
No obstante, cabe la posibilidad de que si el líquido se mantiene durante algún periodo más largo o continuado, pueda producir más allá de molestias, como dolores o, incluso, infecciones que deberán ser tratadas. Es por esto que desde nuestro portal de Merca2.es te presentamos una serie de recomendaciones y consejos para quitarnos esa agua de los oídos sin sufrir efectos secundarios.
En la piscina o playa debemos cuidar muy bien nuestros oídos para no producir problemas de audición
Uno de los frentes más comunes a los que debemos enfrentarnos en tiempos de piscina y playa es la manera de sacar el agua de los oídos, pero lo cierto es que tampoco vale cualquier manera de hacerlo, ni mucho menos.
Sobre todo porque en más de una ocasión, este repercute en la misma salud de nuestros oídos y su audición, por lo que debemos de cuidar de una forma precisa la forma en la que nos sacamos el agua de ellos.
Y es que, aunque en un principio pueda no molestarnos en exceso, sacar el agua es fundamental para evitar problemas que con el tiempo se pueden ir agravando, entre ellos ciertas infecciones que terminan de una manera muy desagradable, donde en ocasiones se presentan con un constante zumbido realmente agobiante, así como no escuchar bien. Pero también existen métodos.
En la piscina, inclinar la cabeza para el lado del oído taponado y aguantar el máximo de aire posible
La primera gran técnica que nos puede resultar muy provechosa es la de inclinar la cabeza para el lado del oído que está tapado, muy diferente de sacudir la cabeza, algo que esto último no se debería hacer bajo ninguna circunstancia.
Así y una vez hayamos logrado inclinarla, tendremos que aguantar el máximo de aire posible con la boca, al mismo tiempo que producimos la técnica, algo que puede resultar muy bien para nuestros días de piscina y playa.
Esté será un buen método para evitar que si se nos taponen las oídos pueda ir a más, por lo que una vez salidos del agua de la piscina o la playa, será muy conveniente no tocarnos bruscamente ni los oídos ni realizar excesos ni golpes, ya que podría provocar en otros daños auditivos.
Durante los días de piscina y playa, seca el oído para evaporar el líquido
Tenemos que tener en cuenta que nuestro cuerpo está diseñado para vivir fuera del agua (piscina o playa) y por lo tanto, nos puede provocar molestias y algún tipo de problemas de salud, por lo que aquí es preciso también secar el oído.
El principal objetivo de ello, y que será lo que nos mantenga sin molestias o daños, es que el líquido se termine por evaporar, consiguiendo no dejar rastro de ningún tipo de infección causado por esto mismo.
Para el proceso siempre podemos utilizar secadores de pelo y colocarlo a una distancia prudente con su potencia más baja, mientras ahondamos en él a una temperatura no demasiado alta. Ante ello, debemos de moverlo hacia delante y hacia atrás para que pasados unos minutos nuestro oído termine quedan do totalmente seco.
El alcohol boricado, un remedio casero durante los tiempos de playa o piscina
Un excelente remedio para los momentos en los que nos encontremos en la piscina o la playa y empecemos a sufrir algún tipo de molestia en los oídos, será muy buena idea tener a mano alcohol boricado.
Que servirá perfectamente para evitar que se puedan infectar o que tengan señales de que pueden sufrir algún tipo de daño. Como tal, este es un compuesto que permitirá ser muy eficaz, resultando de la combinación de alcohol y ácido bórico.
De esta manera lo que conseguiremos con él será sacar lo antes posible de nuestros oídos el agua que haya podido almacenarse, previniendo de que se antoje más complicado y se pueda agravar el sistema auditivo. Es recomendable para ambos casos, donde con ellos los conductos se mantendrán secos lo antes posible.
Acuéstate de lado sobre el oído afectado
Sumergirte en la piscina, en la profundidad de la playa y hasta tomar una simple ducha, puede llenar el oído de agua. Sin saberlo se generan dentro de ellos focos bacterianos que a su vez pueden provocar molestias en el oído interno.
Y con ello que entren fluidos externos que lo puedan perjudicar. Por ello, es muy conveniente una vez que hayamos empezado a sufrir algún tipo de molestia o que veamos que nuestros oídos están taponados, acostarnos de lado.
O lo que es lo mismo; acostarse de lado sobre el oído afectado y ahí dejar que la gravedad actúe por sí sola. En ese momento, y para tratar de que el efecto sea lo más seguro posible, podremos inclinar un poco la cabeza para lograr que esté paralela a la cama; de esta manera, el conducto auditivo estará recto y el agua bajará sola.
Tira y el suelta el líquido de la manera más natural
Probablemente, una de las técnicas que todos hemos probado alguna vez, tanto en la piscina, como en la playa y hasta a la hora de salir de la ducha. Se trata de la forma más obvia posible de todas las que estamos viendo en estas recomendaciones.
Y no es más que soltar el líquido de la manera más natural; será la de tirar de la parte exterior de la oreja mientras inclinas la cabeza, que podría ser la continuación del método inicial que hemos conocido anteriormente.
De esta manera, podremos dirigir el oído afectado hacia el suelo, por lo que tiramos del lóbulo y del cartílago exterior en diferentes direcciones para abrir el oído y, con todo, hacer que el agua termine recorriendo sin dañar los conductos auditivos. Será el momento de que lo sientas descender. Y si es preciso, también podremos repetirlo con el otro oído.
Las gotas óticas y el aceite de oliva, las aplicaciones más óptimas
Por último, también podemos echar mano de algunos productos que están pensados para estos problemas, precisamente, logrando con su aplicación que podamos aliviar la sensación adquirida durante la piscina o playa.
Hablamos de dos técnicas; una tiene que ver con las gotas óticas, que ayudarán a limpiar los residuos y la cera, los cuales pueden atrapar el agua en tu oído y conseguir la erradicación del problema de manera casi inminente.
Y la otra trata sobre el aceite de oliva, que producirá una sensación de frescor parecida a la resultante de las gotas óticas. Para ello debemos calentar una pequeña cantidad y mediante un gotero limpio, dejar unas gotas de ese aceite en el oído afectado. Será entonces cuando nos recostaremos sobre el otro lado en un tiempo de diez minutos. Ante ello inclinaremos el oído hacia abajo, drenando el agua y el aceite.