Karlos Arguiñano es uno de los cocineros españoles con mayor fama dentro y fuera de nuestras fronteras. Lleva décadas en la televisión haciendo recetas que son sencillas de elaborar y, a la vez, deliciosas.
Últimamente nos ha sorprendido con un bocado al que pocos van a poder resistirse. Se trata de unas deliciosas croquetas de mejillones. Sí, has leído bien. Al cocinero vasco se la ha ocurrido convertir uno de los moluscos que más gustan en una estupenda croqueta. Vamos a ver cómo lo hace.
Estas croquetas le gustan a todo el mundo

Poca gente puede resistirse a unas croquetas. Lo bueno es de este plato es que funciona muy bien como receta de aprovechamiento, puesto que podemos elaborarlas prácticamente con cualquier cosa que nos haya sobrado.
En este caso lo que vamos a usar son mejillones. Pero ya te advertimos que el resultado final es tan cremoso y delicioso que incluso aquellos que nunca comen estos moluscos van a querer probarlas.
¿Qué ingredientes hacen falta para esta receta de Arguiñano?

Mientras que con algunas recetas de otros cocineros como Jordi Cruz tenemos que pasar un rato en el súper buscando algunos ingredientes que no son muy comunes, en este caso no vas a tener ese problema.
Para hacer una ración para cuatro necesitas 2 kilos de mejillones (o 350 gramos si concha), una cebolleta, 700 ml de leche, 70 gramos de harina, un huevo, pan rallado y más harina para el rebozado. Un poco de aceite de oliva virgen extra, sal y una guindilla cayena.
Preparación de los mejillones

Tal y como explica el propio Arguiñano, uno de los pasos más importantes es limpiar bien los mejillones para que no se cuele en la masa ninguna impureza ni ninguna de sus barbas. Para ello enjuágalos en agua fría y raspa las cáscaras con un cuchillo.
Luego pon a calentar una cacerola grande con agua, agrega los mejillones, tápalos y deja que se cuezan. El tiempo es variable, estarán listos cuando los moluscos se hayan abierto. Luego sácalos del agua y reserva la carne.
¿Qué pasa si no se abre algún mejillón?

Es bastante probable que alguno de los mejillones no se abra. Si esto llega a ocurrir, no hace falta que lo tengas más tiempo al fuego ni que intentes abrirlo forzándolo con un cuchillo o algo por el estilo.
Si un mejillón no se abre pude ocurrir que esté malo. Por eso, mejor retirarlo y olvidarse de él. Si está malo y te empeñas en abrirlo y añadirlo a la masa, puedes sufrir una intoxicación alimentaria.
Bechamel para las croquetas de mejillones

En una cazuela pon un poco de aceite y empieza a pochar la cebolleta cortada en daditos. A fuego suave durante unos 10 minutos. Después añade la guindilla y la harina. Rehoga y añade la leche poco a poco sin dejar de remover. Deja que se cueza cuatro o cinco minutos y retira la guindilla.
Por otro lado, pica la carne de los mejillones e incorpórala a la masa. Corrige de sal y deja que se haga durante tres o cuatro minutos más sin dejar de remover para que no se pegue al fondo de la cazuela.
Últimos pasos de la bechamel

Recuerda que la textura en caliente de esta masa no tiene nada que ver con la consistencia que tendrá cuando esté fría, así que asegúrate de que no queda ni demasiado líquida ni demasiado espesa.
Pon la bechamel en un recipiente amplio y espera a que pierda un poco de calor. Después tápala con film de cocina y déjala en la nevera para que se enfríe. Lo ideal es hacer la bechamel el día antes.
Elaboración de las delicias de mejillón de Arguiñano

Una vez que tienes la masa lista puedes empezar a hacer las delicias o croquetas. La particularidad en este caso es que van a ser cuadradas. Para lograrlo, saca la masa del recibiente y córtala en dados o cuadrados.
Pasa cada uno de ellos por harina, huevo batido y pan rallado. Luego los fríes en una sartén con abundante aceite.
¿Qué hacer si sobran croquetas?

Ya sabes que nunca es buen idea comer croquetas recalentadas. El empanado no admite bien el paso por el microondas y suele quedarse blando y grasiento, dándole una textura a la croqueta que no es ni de lejos la que debería tener.
Si ha sobrado alguna croqueta ya frita puedes comértela fría más tarde. Ahora bien, si ves que has hecho mucha masa, es mejor que no la frías toda. Prepara las croquetas y congélalas en crudo para cocinarlas en otro momento.
¡Hora de comer!

Las delicias de mejillón de Arguiñano se disfrutan mucho más cuando están calientes, porque es en ese momento cuando la masa tiene la textura perfecta. Por eso, en cuanto los saques de la sartén siéntate a la mesa.
Estas croquetas son un entrante perfecto para sorprender a tus invitados y, como has podido comprobar, se hacen en un momento. Si tienes la previsión de hacer la bechamel el día antes, luego las tendrás listas en 10-15 minutos.
El cocinero sigue sorprendiendo

Estas croquetas son algo realmente espectacular y son muy fáciles de elaborar. Arguiñano sigue empeñado en que todos pasemos algo de tiempo en la cocina y por eso siempre nos trae recetas sencillas y muy ricas.
Incluso si no se te da nada bien la cocina, puedes probar con este plato. Seguro que el resultado es delicioso.