Los roscos de vino son un postre tradicional que no puede faltar en la mesa durante las fiestas navideñas. Su textura suave, su sabor único y su característico toque de vino dulce hacen de ellos una delicia especial para compartir en familia. Este dulce de origen andaluz, concretamente de Málaga, se ha convertido en un clásico en toda España, ocupando un lugar privilegiado junto a los polvorones y otros dulces típicos de la Navidad. ¡Descubre cómo preparar estos deliciosos roscos en casa con esta receta fácil y rápida!
Origen e historia de los roscos de vino

Los roscos de vino tienen sus raíces en la tradición repostera de Andalucía, una región conocida por su riqueza gastronómica. Estos dulces malagueños se caracterizan por su aspecto nevado, resultado de ser rebozados en azúcar glas, y por incluir vino dulce, ingrediente que les da su distintivo sabor. Tradicionalmente, se utiliza vino Moscatel o Pedro Ximénez, ambos originarios de Málaga, aunque cualquier vino dulce puede servir para su elaboración.
Además de ser un postre navideño, los roscos de vino cuentan con una historia que refleja la influencia cultural árabe en la repostería andaluza. Los ingredientes como el sésamo y el anís, comunes en la gastronomía de Medio Oriente, dan fe de este intercambio cultural que sigue vivo en recetas tradicionales como esta.
Ingredientes principales de los roscos de vino

Para preparar unos deliciosos roscos de vino caseros, necesitarás los siguientes ingredientes:
- 300 g de harina de trigo
- 100 g de manteca de cerdo (puede sustituirse por aceite de oliva virgen extra, ajustando el horneado)
- 1 cucharadita de anís en grano
- 1 trozo de piel de limón
- 30 g de sésamo
- 50 g de azúcar
- ½ cucharadita de canela
- 1 pizca de sal
- 100 g de vino dulce
- Azúcar glas para rebozar
Nota: la sustitución de la manteca de cerdo por aceite de oliva virgen extra puede aportar un toque más saludable, pero se deben ajustar los tiempos de horneado para garantizar una textura firme.
¿Por qué elegir vino dulce?

El vino dulce, como el Moscatel o el Pedro Ximénez, es el alma de esta receta. Estos vinos, típicos de Málaga, aportan una profundidad de sabor que combina notas de frutas, miel y caramelo. Si no tienes acceso a estas variedades, puedes usar otro vino dulce de calidad, pero siempre es preferible optar por vinos con buen cuerpo y dulzura natural.
Pasos para preparar roscos de vino caseros

1. Tostar la harina y el sésamo
Comienza tostando 300 g de harina de trigo en el horno a 150 ºC durante 20-25 minutos. Remueve la harina ocasionalmente para que se dore de manera uniforme. Por otro lado, tuesta 30 g de sésamo a fuego suave durante 5 minutos hasta que desprenda su aroma característico.
2. Aromatizar la manteca

En un cazo, funde 100 g de manteca de cerdo y añade 1 cucharadita de anís en grano y 1 trozo de piel de limón. Cocina durante un minuto sin que se queme, luego cuela la mezcla y resérvala.
3. Mezclar los ingredientes secos

Tamiza la harina tostada en un bol amplio y mezcla con el sésamo tostado, 50 g de azúcar, media cucharadita de canela y una pizca de sal.
4. Incorporar la manteca y el vino

Añade la manteca aromatizada y 100 g de vino dulce a la mezcla de ingredientes secos. Amasa hasta obtener una masa homogénea y compacta.
5. Formar los roscos

Deja reposar la masa durante 10 minutos. Luego, colócala sobre un papel de horno y aplástala con un rodillo hasta obtener un grosor de aproximadamente un dedo. Utiliza un cortapastas para dar forma a los roscos (puedes usar un vaso y un descorazonador de manzanas si no tienes cortapastas). Repite hasta utilizar toda la masa.
6. Hornear

Precalienta el horno a 180º C y hornea los roscos durante 15 minutos. Una vez listos, déjalos enfriar ligeramente sobre una rejilla.
7. Rebozar en azúcar glas

Mientras los roscos están tibios, rebózalos en azúcar glas, presionando ligeramente para que se adhiera bien. Si deseas un acabado más blanco y dulce, repite este paso una vez que los roscos estén fríos.
Consejos y variaciones

- Sustituciones: si prefieres un toque más saludable, sustituye la manteca por aceite de oliva virgen extra, reduciendo la cantidad a 90 g y prolongando ligeramente el tiempo de horneado.
- Baño de chocolate: para una versión más golosa, puedes bañar los roscos en chocolate fundido en lugar de rebozarlos en azúcar glas.
- Aromas adicionales: experimenta con ralladura de naranja o una pizca de clavo molido para añadir un toque especial.
- Conservación: guarda los roscos en un recipiente hermético para mantener su frescura durante varias semanas.
¿Cómo acompañarlos?

Los roscos de vino son ideales para acompañar con un café, té o incluso una copa del mismo vino dulce utilizado en su preparación. Esto resalta su sabor y convierte cada bocado en una experiencia más completa.
Información nutricional

Por cada ración (1 rosco de vino), el aporte calórico es de aproximadamente 173 kcal. Este valor puede variar según las modificaciones realizadas en la receta, como el uso de aceite de oliva o baños de chocolate.
¿Sabías que…? Aunque son dulces típicos de la Navidad, los roscos de vino se pueden disfrutar en cualquier época del año, especialmente en celebraciones familiares o como un detalle casero para regalar.
Resumen rápido de la receta

- Tostar la harina y el sésamo.
- Fundir la manteca con anís y piel de limón.
- Tamizar y mezclar los ingredientes secos.
- Amasar con vino dulce y manteca aromatizada.
- Formar los roscos y cortarlos con cortapastas.
- Hornear durante 15 minutos a 180 ºC.
- Rebozar en azúcar glas y repetir si deseas un acabado más blanco.
Los roscos de vino son el complemento perfecto para alegrar tus celebraciones navideñas. Con esta receta fácil y deliciosa, podrás sorprender a tus seres queridos y disfrutar de una tradición dulce que nunca pasa de moda. ¡Anímate a prepararlos y comparte el espíritu de la Navidad!
Un regalo hecho en casa

Si estás buscando ideas para un regalo navideño único, los roscos de vino caseros son una excelente opción. Puedes envolverlos en bolsitas transparentes decoradas con cintas o colocarlos en una caja decorativa. Añade una etiqueta personalizada con un mensaje especial y tendrás un obsequio que será tanto delicioso como memorable.