El deseo de muchos sería el de saber si realmente la persona que se encuentra hablando con ellos está diciendo o no la verdad. ¿Quién no ha soñado alguna vez con conocer los secretos de la otra persona o tener como súper poder la capacidad de leer la mente?
No podremos cumplir ese deseo, pero sí acercarnos en la mayor medida de lo posible a través de algunos tips con los que se debería llegar a la verdad. No siempre es posible tener a mano un detector de mentiras o un polígrafo, por lo que será necesario prestar atención a lo que sucede a nuestro alrededor, y -sobre todo- a quien se encuentra con nosotros. Hoy te traemos algunos trucos que un agente del FBI ha señalado como claves a la hora de descubrir si nuestro interlocutor nos oculta algo extraño tras sus palabras.
PRIMERA CLAVE: LABIOS

La boca es el primer punto por el que la persona que busca engañarnos puede dejarnos entrever su mentira. De la boca saldrán las palabras con las que intenta convencernos de lo que en su cabeza puede sonar espectacular, pero será precisamente esta la que le lleve a cometer el primer error. Porque en el momento en el que se aprieten los labios de manera continuada en más de una ocasión, ya será motivo de comienzo de desconfianza. Desconfianza que se puede ver incrementada en el momento en el que la lengua decida salir a ser protagonista, pasándose por los labios del sospechoso. Es común que la boca se seque ante situaciones de tensión, por lo que, en caso de estar diciendo la verdad, ¿por qué se sentiría esa persona tensionada?
SEGUNDA CLAVE: RESPIRACIÓN

El malestar psicológico aparece de muchas formas, e inevitablemente la respiración es una de ellas. Y quizás, una de las más difíciles de controlar. Resultará fundamental prestar atención a cómo es la respiración de nuestro interlocutor, porque en caso de volverse más rápida de lo normal, o incluir ventilaciones anormales mientras tratan de buscar las palabras adecuadas que utilizarán a modo de respuesta, puede que ya nos estén tratando de mentir.
TERCERA CLAVE: CUELLO

Aunque se encuentren implicadas las manos, el cuello es una parte muy susceptible del uso de mentiras. ¿Por qué? Porque cuando una persona se encuentra en estado de tensión, es muy común que haga uso del cuello. Y lo haga pasando su mano o tocándose incluso el nudo de la corbata o el collar que puede que lleven puesto en ese momento. Resulta fundamental prestar atención a la zona de debajo de la cabeza de nuestro sospechoso.
CUARTA CLAVE: CUERPO

El cuerpo en su conjunto es obvio que se ve implicado a la hora de llevar a cabo las mentiras. El lenguaje corporal nos indica que algo no funciona como debería y nos da las claves más importantes a la hora de pillar la mentira. En palabras del propio agente del FBI, «cuando un tema es polémico, la persona usa la negación ventral». Un giro de cuerpo en el que el estómago se sitúa en dirección contraria y las piernas se colocan a modo de barrera. De esta forma, a pesar de que se trate de encubrir como un movimiento común, como un cambio de posición, realmente esconde mucho más.
QUINTA CLAVE: OJO

Normalmente, cuando nos piden algo que nos molesta, es reacción casi instantánea que nos toquemos el ojo. Es una reacción casi instintiva del cuerpo que permite encontrar el punto débil en el discurso de la otra persona. Esto sucede también cuando en un intercambio de opiniones no nos encontramos de acuerdo con la persona que se encuentra exponiendo su opinión.
SEXTA CLAVE: PULGARES

Aunque pueda lucir, falso, es real que cuando una persona se encuentra en pleno proceso de invención de una historia, tiende a esconder sus pulgares. La afirmación de una supuesta mentira pierde la concepción de supuesta cuando sus palabras vienen acompañadas de unos pulgares que no se ven a simple vista. Inseguridad y falta de compromiso son algunos de los elementos que transmite esta acción.
SÉPTIMA CLAVE: EL HABLA

Sin duda, lo que nos hará decidirnos y reconocer si se trata de una verdad o una mentira lo que nos cuenta la persona que se encuentra con nosotros, es el uso de sus palabras. Los nervios suponen muchas cosas a la hora de transmitir información a la otra persona. En verdad, cuando un individuo quiere que funcione su mentira, lo que busca es convencer, no tanto comunicar. Esto será un punto clave para saber quién dice la verdad y quién miente.
LA CLAVE

Según el agente del FBI, el truco infalible para saber si una persona está diciendo la verdad es realizar preguntas que puedan llegar a despertar algo en ellos. Una apelación a sus emociones que hace que quien se encuentra en el otro lado se sienta desprevenido. Y por ello, la respuesta que realizarán será aquella falta de pensamiento y carente de emoción. Además, es muy importante no preguntar a la otra persona si hay algo que le incomode, ya que hará que el sospechoso actúe de manera diferente a lo habitual. Es fundamental no dejar entrever que existe una desconfianza por nuestra parte, ya que eso únicamente pondrá en alerta a nuestro sospechoso.