Aunque los dispositivos tienen unos años estimados de vida, es cierto que existen algunos trucos que puedes aplicar en el día a día del uso de tu móvil para ampliar un poco más su vida. Estos cambios suelen influir -mayoritariamente- en partes concretas del dispositivo como la batería. La forma en la que cargas tu móvil puede ampliar la vida de tu dispositivo. Y un pequeño detalle que casi nadie conoce es que incluso el orden en el que conectas y desconectas el cargador de tu teléfono, puede ser clave para su longevidad. Si no se hace correctamente, puedes generar microdaños en la batería y en los componentes internos del propio dispositivo. La buena noticia es que corregirlo es tan fácil como cambiar la secuencia de conexión.
TRUCOS PARA AMPLIAR LA VIDA DE TUS DISPOSITIVOS

Un gesto tan mecánico como la forma en la que cargamos nuestro teléfono móvil puede influir notablemente en la salud de nuestro dispositivo sin que nos demos cuenta. Por ejemplo, si el móvil se conecta primero al cable del cargador y luego se enchufa a la toma de corriente, estás cometiendo un grave error. Aunque parece inofensivo, este orden puede exponer al dispositivo a pequeñas sobretensiones que -con el tiempo- terminan afectando su batería y a sus componentes internos.
Cuando enchufamos el cargador a la corriente, se produce un pequeño pico de energía inicial. Si el teléfono ya está conectado al cable en ese momento, este impulso eléctrico puede viajar directamente hasta sus circuitos internos. Aunque estas sobretensiones suelen ser mínimas y no provocan daños inmediatos, su efecto acumulativo puede desgastar gradualmente la batería, provocar sobrecalentamientos y, en casos más extremos, acortar la vida útil del móvil.
Este error es tan común porque solemos pensar que la tecnología está diseñada para soportar todo tipo de uso, pero la realidad es que, como cualquier dispositivo electrónico, los teléfonos tienen componentes sensibles que requieren un cuidado adecuado. La buena noticia es que este problema tiene una solución increíblemente sencilla: basta con aplicar trucos como alterar el orden en que conectamos el cargador y el móvil para evitar que estas microdescargas lleguen a causar daño.
Es tan fácil como cambiar un pequeño hábito que seguro que has realizado de manera completamente automática durante muchos años, para poder darle más años de vida a tu dispositivo telefónico gracias a este truco.
UN CAMBIO QUE MARCA LA DIFERENCIA

A veces, los problemas más comunes tienen soluciones tan simples que pasan desapercibidas. En el caso de cuidar la batería y los componentes internos de tu móvil, todo se reduce a cambiar el orden de conexión al cargarlo.
La clave está en conectar primero el cargador a la toma de corriente y, una vez que esté enchufado, unir el cable al móvil. ¿Por qué es tan importante hacerlo de esta manera? Porque con este truco, cualquier pico de energía que pueda generarse al enchufar el cargador quedará absorbido antes de llegar al teléfono. Es como colocar un filtro que protege el dispositivo de tensiones innecesarias, evitando que estas lleguen a los circuitos más sensibles del terminal.
Además de recudir el riesgo de daños por las sobretensiones, este pequeño cambio también ayuda a mantener la batería en mejores condiciones. Porque -de hecho- aunque con el tiempo se tendría que haber mejorado en este contexto, es cierto que la mayoría de los móviles actuales cuentan con baterías de litio. Y estas baterías, por contrario que puedan parecer, son particularmente sensibles a las variaciones en el suministro eléctrico, y un cuidado adecuado en la forma de carga es lo único que puede prevenir a tu móvil de un desastre mayor.
Aunque, como ya se ha mencionado con anterioridad, es fundamental tener en cuenta también que hay trucos que aplican al momento en el que desconectamos el teléfono, y no solo en cuando lo conectamos. En este caso, el orden correcto sería hacerlo al revés: primero desconectar el cable del móvil y, después, retirar el cargador de la toma de corriente. Esto asegura que no haya picos de energía residuales que puedan afectar al dispositivo al desconectarlo. Cambiar este hábito no cuesta nada, no requiere accesorios adicionales ni inversiones en tecnología, y puede ahorrarte mucho dinero y dolores de cabeza en el futuro.
Cambiar el orden en el que conectamos y desconectamos el cargador puede parecer un gesto insignificante, pero sus efectos acumulativos en la salud del dispositivo son enormes. Y también lo son en tu propia salud, al entender mejor el funcionamiento de tu móvil y aplicarlo de manera que no te sientas abrumado cuando tu dispositivo se estropee a causa de un mal uso de tu batería. ¿Merece la pena jugársela cuando puedes ahorrarte el estrés con un acto tan simple como el cuidado de la batería?
ORDEN DE DESCONEXIÓN

El momento de desconectar tu móvil tras una carga completa puede parecer tan trivial como conectarlo, pero aquí también el orden es clave para proteger tu dispositivo. Aunque muchos usuarios simplemente retiran el cargador de la corriente o tiran del cable sin pensarlo dos veces, este hábito podría estar sometiendo a la batería y los circuitos internos del teléfono a tensiones innecesarias que afectan su rendimiento y longevidad.
El procedimiento correcto al desconectar tu móvil es exactamente el opuesto al momento de cargarlo: el truco está en que primero debes retirar el cable del móvil y, después, desconectar el cargador de la toma de corriente. ¿Por qué es importante seguir este orden? Porque cuando desconectas directamente el cargador de la pared mientras el móvil sigue conectado al cable, el flujo de energía puede generar pequeñas variaciones en la corriente que viajan por el cable hacia el dispositivo. Estas oscilaciones, aunque breves, pueden desgastar los circuitos electrónicos de forma progresiva.
Además, retirar primero el cable del móvil elimina cualquier posibilidad de que queden restos de carga circulando entre el cargador y el terminal, protegiendo los componentes internos de sobrecargas residuales. Aunque este riesgo puede parecer mínimo, al repetirlo diariamente durante años, el impacto acumulativo se nota en el rendimiento de la batería y la estabilidad del teléfono.
Alterar el orden en el que conectamos y desconectamos el dispositivo no requiere esfuerzo, tiempo ni dinero, pero puede suponer una gran diferencia en su vida útil y rendimiento. Esta “inversión mínima” no implica más que ajustar un hábito cotidiano, y su recompensa es prolongar la salud de tu dispositivo, evitar gastos innecesarios en reparaciones y, sobre todo, disfrutar de un móvil que funcione al 100 % por mucho más tiempo.
De hecho, aplicar este truco es como ponerle un seguro a tu móvil. Cada vez que sigues la secuencia correcta, reduces el desgaste interno, proteges la batería y previenes averías futuras que podrían costarte tiempo y dinero. Además, al alargar la vida útil de tu dispositivo, estás evitando gastar en un móvil nuevo antes de tiempo, mientras que también contribuyes a un consumo más responsable y sostenible.
El ahorro económico es importante, pero también lo es la tranquilidad que se consigue al saber que estás cuidando un dispositivo que te sirve para cientos de cosas en tu rutina diaria. Es importante que la próxima vez que te plantees cargar tu móvil de manera automática, sin prestar atención a los pequeños detalles en el orden y en la forma, le des importancia a las soluciones sencillas como las que se han presentado en este artículo.