Lo que antes implicaba contar billetes, buscar monedas o firmar tickets hoy se reduce a un gesto tan simple como acercar una tarjeta o un teléfono móvil a un datáfono. Esta transformación, impulsada por la tecnología NFC (Near Field Communication), ha revolucionado la forma en que pagamos y nuestra relación con el dinero. Pero como ocurre con cualquier avance tecnológico, esta comodidad no está exenta de riesgos. Aunque el Banco de España insiste en que el efectivo sigue siendo el método de pago más utilizado, es innegable que los pagos digitales y sin contacto están ganando terreno a pasos agigantados. Tarjetas integradas en el móvil, relojes inteligentes… Tantas posibilidades como puedas imaginarte.
DATÁFONO: PAGOS SIN CONTACTO

Hace apenas una década, pagar con tarjeta era un proceso que requería tiempo y atención. Introducir la tarjeta en el datáfono, esperar a que la transacción se procesara, firmar el ticket y guardar una copia eran pasos inevitables. Hoy, la tecnología contactless ha simplificado este proceso hasta convertirlo en algo casi instantáneo. Con solo acercar tu tarjeta o dispositivo móvil a un terminal, el pago se realiza en cuestión de segundos. Esta innovación en la forma en la que gestionamos nuestros gastos ahorra tiempo y reduce la necesidad de contacto físico, algo que ha cobrado especial relevancia en la era post-pandemia.
Los pagos sin contacto son especialmente útiles en transacciones de bajo coste. En muchos países, los pagos inferiores a 20 euros no requieren la introducción del PIN, lo que agiliza aún más el proceso, aunque también puede ser ligeramente peligroso. Esto ha hecho que este método sea ideal para compras rápidas, como un café, un billete de transporte público o una entrada al cine. Además, la integración de esta tecnología en dispositivos como smartphones y relojes inteligentes ha ampliado su alcance, permitiendo a los usuarios llevar sus medios de pago siempre consigo, sin necesidad de una cartera física.
Pero la comodidad no es el único factor que ha impulsado la popularidad de los pagos contactless. La pandemia de COVID-19 aceleró su adopción, ya que los consumidores buscaban métodos de pago que minimizaran el contacto físico y redujeran el riesgo de contagio. Este cambio de comportamiento ha consolidado el contactless como una opción no solo conveniente, sino también segura desde el punto de vista sanitario.
Sin embargo, esta comodidad tiene un precio. La facilidad con la que se realizan los pagos contactless también los convierte en un blanco fácil para los ciberdelincuentes. A medida que esta tecnología se populariza, los riesgos asociados a su uso también aumentan, y no todos los usuarios son conscientes de ellos.
RIESGOS DEL CONTACTLESS

Aunque la tecnología NFC es segura en términos de encriptación y protección de datos, no es del todo infalible. Uno de los mayores riesgos de los pagos sin contacto es la posibilidad de que alguien realice transacciones no autorizadas sin que te des cuenta. Esto puede ocurrir en lugares concurridos, como el transporte público o centros comerciales, donde los delincuentes aprovechan el anonimato y la distracción de las víctimas para llevar a cabo sus fraudes.
Recientemente, se ha detectado un aumento considerable en las denuncias de personas que descubren pagos fraudulentos en sus cuentas bancarias. Los ladrones utilizan datáfonos portátiles para acercarse a carteras o bolsillos y realizar transacciones sin contacto, a veces por cantidades pequeñas que pasan desapercibidos. Estos fraudes pueden ocurrir en cuestión de segundos, y las víctimas no se dan cuenta hasta que revisan sus extractos bancarios. Este tiempo puede verse amplificado en función de a lo que nos dediquemos y la costumbre que tengamos de revisar nuestras cuentas.
Además, no todos los fraudes son sofisticados. Algunos son tan simples como acercar un datáfono a una tarjeta, pero su efectividad radica precisamente en la confianza y en la falta de precaución por parte de los usuarios. Aunque los bancos suelen reembolsar estos cargos fraudulentos, el proceso puede ser tedioso porque requiere de una denuncia previa, y suele ir acompañada de la falta de confianza en la tecnología por parte de quien ha sido estafado recientemente.
Otro riesgo asociado a los pagos contactless es la posibilidad de que los delincuentes utilicen dispositivos de amplificación de señal para interceptar transacciones. Aunque estos casos son menos comunes, representan una amenaza real para la seguridad de los usuarios. Además, la falta de concienciación sobre estos riesgos hace que muchas personas no tomen las precauciones necesarias para proteger sus tarjetas y dispositivos.
MEDIDAS DE PROTECCIÓN

A pesar de los riesgos, no es necesario renunciar completamente a la comodidad de los pagos sin contacto. Existen varias medidas que puedes tomar para proteger tu dinero y disfrutar de las ventajas de esta tecnología de manera segura.
- Establece un límite máximo para transacciones contactless. Muchos bancos permiten configurar un tope diario o por transacción para pagos sin contacto. Esto reduce el impacto en caso de fraude y te permite controlar mejor tus gastos.
- Evita llevar varias tarjetas contactless juntas. Tener múltiples tarjetas con esta tecnología en un mismo lugar puede inhibir el lector y dificultar las transacciones no autorizadas. Además, distribuir tus tarjetas en diferentes compartimentos de tu cartera puede añadir una capa adicional de seguridad.
- Habilita la opción de introducir el PIN en todos los pagos. Aunque esto elimina la comodidad del contactless, añade una capa adicional de seguridad que puede ser crucial para evitar fraudes. Algunos bancos permiten configurar esta opción a través de sus aplicaciones móviles.
- Usa billeteras con protección RFID. Estas carteras están diseñadas con materiales como fibra de carbono o aluminio, que bloquean las señales NFC y evitan que los datáfonos no autorizados lean tus tarjetas. Son una inversión pequeña que puede ahorrarte muchos dolores de cabeza.
- Revisa regularmente tus movimientos bancarios. La detección temprana de transacciones sospechosas es clave para minimizar los daños. Configura alertas en tu aplicación bancaria para recibir notificaciones en tiempo real de cada transacción.
- Desactiva el contactless si no lo usas. Algunas tarjetas permiten desactivar la función contactless a través de la aplicación del banco. Si no utilizas esta función con frecuencia, desactivarla puede ser una medida preventiva eficaz.
La tecnología contactless ha llegado para quedarse en el mercado, y su evolución continuará ofreciendo nuevas formas de simplificar nuestras vidas. Pero bien es ciero que -como usuarios- forma parte de nuestra responsabilidad estar informados y tomar las precauciones necesarias para evitar caer en trampas. Al combinar la comodidad de los pagos sin contacto con medidas de seguridad adecuadas, podemos disfrutar de lo mejor de ambos mundos: la rapidez de la tecnología y la tranquilidad de saber que nuestro dinero está bien protegido. Los pagos sin contacto son un ejemplo perfecto de cómo la innovación puede mejorar nuestra vida cotidiana, pero también nos recuerda que cada avance conlleva nuevos desafíos.
La clave está en encontrar un equilibrio entre la comodidad que ofrece la tecnología y la seguridad que necesitamos para proteger nuestras finanzas. Al adoptar un enfoque proactivo y tomar medidas simples para proteger nuestras tarjetas y dispositivos, podemos aprovechar al máximo estas herramientas sin comprometer nuestra seguridad. Después de todo, en un mundo cada vez más digital, la información y la prevención son nuestras mejores aliadas.
La tecnología seguirá avanzando, y con ella, los métodos de pago evolucionarán para adaptarse a nuestras necesidades. Pero una cosa es segura: la responsabilidad de proteger nuestro dinero siempre estará en nuestras manos.