Meliá se enfrenta a una demanda millonaria de sus socios en Puerto Rico

Dos bufetes de abogados puertorriqueños han presentado una demanda colectiva contra la cadena hotelera Meliá Hotels por traspasar los contratos de todos los socios del Club de Vacaciones a la sociedad compradora del hotel Meliá Coco Beach de Puerto Rico e incumplir los términos del contrato con sus clientes, a los que garantizó sus vacaciones durante 50 años. Los demandantes solicitan daños y prejuicios por valor de 150 millones de dólares (136,1 millones de euros).

Tal y como adelantó MERCA2, más de 25 afectados residentes en Estados Unidos, Canadá, Puerto Rico, México y España se han sumado en esta causa contra la hotelera que calculan podría afectar a 2.000 clientes. La demanda, a la que ha tenido acceso este medio, fue presentada por las firmas de abogados Hernández-Oharriz & Santiago y Vicente & Cuebas el pasado 8 de noviembre ante el Tribunal de Primera Instancia de la Sala Superior de Fajardo (Puerto Rico) contra Sol Meliá (la corporación privada creada por Meliá Internacional), Coco Condominium 1 por haber adquirido los activos, intereses y membresías pertenecientes a Sol Meliá y contra la matriz y/o principal accionista de esta, que es Meliá Hotels.

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Cabe recordar que, en abril de 2019, Meliá vendió su hotel el Paradisus Hotel en Río Grande, conocido como Meliá Coco Beach de Puerto Rico, a la sociedad Coco Condominium 1. Con esta venta traspasó los contratos de todos los socios del Club de Vacaciones de dicho establecimiento a la sociedad compradora. Contratos que ofrecían vacaciones de lujo durante una semana en alguno de los mejores hoteles de la cadena Meliá durante 50 años. 

De esta forma, los socios pasaron a pertenecer a otro Club de Vacaciones que no es Meliá, con otras condiciones y, además, debían seguir pagando su cuota de mantenimiento hasta cumplir esos 50 años. De lo contrario incumplirían el contrato. Y es precisamente esto lo que llevan meses reclamando a la cadena presidida por Gabriel Escarrer Juliá: “el incumplimiento de contrato por parte de la hotelera al ceder su contrato a un tercero”.

Por tanto, los abogados entienden que la venta del Hotel Meliá y la posterior cancelación unilateral de los beneficios pactados, en perjuicio de los miembros de la clase “violó claramente las disposiciones de la Ley de Propiedad Vacacional de Puerto Rico” (Ley Núm. 204-2016) y los principios de la buena fe contractual. “Es decir, las demandadas engañaron a los miembros de la clase prometiéndoles una serie de beneficios bajo la marca Meliá que después cancelaron unilateralmente”, según reza en la demanda.

Es por ello que solicitan al tribunal que “emita una sentencia declaratoria que establezca que, a raíz de la compraventa sobre propiedad vacacional entre Sol Meliá y Coco Condominium 1, Meliá Internacional, por sí, y en conjunto con Sol Meliá, incumplieron sus obligaciones contractuales asumidas con los miembros de la clase”.

DAÑOS POR MÁS DE 136 MILLONES DE EUROS

Por otro lado, los demandantes denuncian que después del embate del Huracán María, el Hotel Meliá permaneció cerrado, de hecho, nunca reinició sus operaciones bajo la bandera Meliá. “Aun así, Meliá continuó cobrando a los miembros de la clase todas las cuotas de mantenimiento”, aseguran.

En este sentido, la demanda va más allá al pedir ordenar a la empresa compradora del hotel “la paralización inmediata de toda gestión de cobro de las cuotas de mantenimiento mientras se dilucida la presente controversia”.  

También reclaman que se condene a las dos empresas a responder “en daños por una suma no menor de 150 millones de dólares (136 millones de euros), además de la devolución de las sumas cobradas por concepto de cuotas de mantenimiento desde 2017 hasta 2019, suma que continuará aumentando hasta que se dicte sentencia, en caso de que Coco Beach continúe cobrando las cuotas de mantenimiento”. Por lo tanto, esta cifra podría ser mucho mayor. 

Y en última instancia, la demanda insta al tribunal a conceder las correspondientes partidas en costas, gastos y honorarios de abogados, más los correspondientes intereses computados desde la fecha de la presentación de esta demanda.

VACACIONES DE POR VIDA

El origen del conflicto está en el contrato firmado como socios del Club Meliá, un programa creado en 2004 bajo la denominación Sol Meliá Vacation Club (SMVC), con sede en Orlando (EEUU) y con más de 30.000 socios actualmente. A través de este club la cadena agasajó a muchos de sus clientes ofreciendo vacaciones de lujo durante una semana en alguno de los mejores hoteles de la cadena Meliá durante 50 años. Es decir, vacaciones aseguradas de por vida. A cambio, los socios tenían que pagar una cifra entre los 20.000 y los 60.000 euros –dependiendo de la categoría– y una cuota anual de mantenimiento que, en el caso de uno de un denunciante que se puso en contacto con MERCA2 es de 800 euros.

En abril, una carta avisaba a los socios del Club Meliá en Puerto Rico de la venta a Coco Condominium del hotel. Dicha misiva especificaba que el Club de Vacaciones pasaba a ser operado por Aimbridge Hospitality bajo el nombre Coco Beach Vacation Club.

“Para poder continuar proporcionándoles el mejor servicio, nos hemos asociado con Resorts Advantage, quien ha sido su operador de reservas y agente financiero durante los últimos 14 años. Los socios seguirán reservando en Coco Beach Vacation Club”, detallaba. La compañía, además, recordaba que “Coco Beach Vacation Club ya no estará afiliado a la red de vacaciones Sol Meliá”, pero “respetará todos los saldos actuales de los puntos Meliá Rewards”.

De esta forma, los socios de Meliá pasaban a pertenecer a otro club de vacaciones distinto. A partir de esta carta es cuando muchos socios deciden pedir soluciones y explicaciones a la empresa mallorquina; sin obtener respuesta y buscando la vía judicial como último recurso.

MELIÁ DEFIENDE EL TRASPASO DE CONTRATOS

Por su parte, Meliá siempre se ha defendido desmintiendo el incumplimiento de contrato. “Los contratos firmados por los clientes del Club Meliá que tenían como home resort o resort de referencia de su membrecía, al hotel de Puerto Rico, permitían la cesión de estos contratos por parte de Meliá, por lo que la cesión producida puede no resultar de su agrado, pero no representa en ningún caso un incumplimiento de sus contratos”, explicaron fuentes de la hotelera a MERCA2 hace un mes.

Unas condiciones que en los contratos a los que ha tenido acceso este medio no aparecen. Meliá tampoco ha querido aportar estas cláusulas que permiten la cesión del contrato a un tercero alegando cuestiones de confidencialidad. Pero reiteran que “el derecho de uso que los socios adquirieron en la propiedad de Puerto Rico, hoy Coco Beach, se mantiene sin cambio”.

Además, la propia hotelera reconoció que les “consta la presentación de tres reclamaciones ante el Departamento de Asuntos del Consumidor en Puerto Rico (DACO), sin que a la fecha se hayan resuelto ni establecido responsabilidad alguna para Meliá”.

Así, la actual demanda abre una nueva vía de reclamación para los socios de Meliá y eleva a la justicia puertorriqueña el caso.