sábado, 14 diciembre 2024

Socios de Meliá ultiman una demanda colectiva tras la venta del hotel de Puerto Rico

A principios de año, Meliá vendió su hotel de Puerto Rico. Con esta venta, la cadena hotelera también traspasó los contratos de todos los socios del Club de Vacaciones de dicho establecimiento a la sociedad compradora. Ahora, un bufete de abogados puertorriqueño prepara una demanda colectiva contra la cadena hotelera española por incumplimiento de contrato con sus clientes a los que garantizó sus vacaciones durante 50 años.  

La firma de abogados Hernández-Oharriz & Santiago ha agrupado a 25 demandantes afectados por la venta del hotel Meliá Coco Beach de Puerto Rico y que actualmente residen en España, Canadá, Estados Unidos y Puerto Rico. El bufete prepara una demanda colectiva, que espera presentar “en los próximos días” por incumplimiento de contrato y daños contra Sol Melia Puerto Rico, Coco Condominium (sociedad compradora) y cualquier otra entidad responsable del traspaso de contratos. De hecho, en investigaciones preliminares calculan que habría cerca de 2.000 socios afectados; por lo que podrían sumarse más demandantes a la causa.

El origen del conflicto está en el contrato firmado como socios del Club Meliá, un programa creado en 2004 bajo la denominación Sol Meliá Vacation Club (SMVC), con sede en Orlando (EEUU) y con más de 30.000 socios actualmente. A través de este club la cadena agasajó a muchos de sus clientes ofreciendo vacaciones de lujo durante una semana en alguno de los mejores hoteles de la cadena Meliá durante 50 años. Es decir, vacaciones aseguradas de por vida. A cambio, los socios tenían que pagar una cifra entre los 20.000 y los 60.000 euros –dependiendo de la categoría– y una cuota anual de mantenimiento que, en el caso de uno de un denunciante que se puso en contacto con MERCA2 es de 800 euros.

En abril, una carta avisaba a los socios del Club Meliá en Puerto Rico de la venta a Coco Condominium del hotel. Dicha misiva especificaba que el Club de Vacaciones pasaba a ser operado por Aimbridge Hospitality bajo el nombre Coco Beach Vacation Club.

“Para poder continuar proporcionándoles el mejor servicio, nos hemos asociado con Resorts Advantage, quien ha sido su operador de reservas y agente financiero durante los últimos 14 años. Los socios seguirán reservando en Coco Beach Vacation Club”, detallaba. La compañía, además, recordaba que “Coco Beach Vacation Club ya no estará afiliado a la red de vacaciones Sol Meliá”, pero “respetará todos los saldos actuales de los puntos Meliá Rewards”.

CAMBIO DE CLUB

De esta forma, ahora los socios pertenecen a otro Club de Vacaciones que no es Meliá, con otras condiciones y, además, deben seguir pagando su cuota de mantenimiento hasta cumplir esos 50 años. De lo contrario incumplirían el contrato. Y es precisamente esto lo que reclaman los socios a la cadena presidida por Gabriel Escarrer Juliá: “el incumplimiento de contrato por parte de la hotelera al ceder su contrato a un tercero”.

El abogado de los demandantes es optimista, por lo que espera “conseguir justicia y un remedio justo y razonable para los socios afectados por esta venta, la cual catalogo de ilegal y fraudulenta en perjuicio de los derechos contractuales adquiridos por cada uno de los socios, quienes fueron inducidos a pensar que su contrato era garantizado por 50 años”.

Afectados por la venta del hotel de Puerto Rico preparan una demanda colectiva contra Meliá por incumplimiento de contrato

Además, el principal problema con el que se encontraban los socios es el limbo judicial ya que no pueden reclamar nada ante los tribunales españoles si la comercializadora del producto no tiene domicilio en España. Por lo que esta demanda es su única opción de conseguir poner fin a esta situación.

MELIÁ DEFIENDE EL TRASPASO DE CONTRATOS

Por su parte, Meliá se defiende y desmiente el incumplimiento de contrato. “Los contratos firmados por los clientes del Club Meliá que tenían como home resort o resort de referencia de su membrecía, al hotel de Puerto Rico, permitían la cesión de estos contratos por parte de Meliá, por lo que la cesión producida puede no resultar de su agrado, pero no representa en ningún caso un incumplimiento de sus contratos”, explicaron fuentes de la hotelera a MERCA2.

Unas condiciones que en los contratos a los que ha tenido acceso este medio no aparecen. Meliá tampoco ha querido aportar estas cláusulas que permiten la cesión del contrato a un tercero alegando cuestiones de confidencialidad. Pero reiteran que “el derecho de uso que los socios adquirieron en la propiedad de Puerto Rico, hoy Coco Beach, se mantiene sin cambio”.

Además, la propia hotelera reconoce que les “consta la presentación de tres reclamaciones ante el Departamento de Asuntos del Consumidor en Puerto Rico (DACO), sin que a la fecha se hayan resuelto ni establecido responsabilidad alguna para Meliá”. No hay ningún caso instaurado ante tribunal judicial alguno. “El resto de reclamaciones recibidas han sido atendidas por canales internos establecidos de atención a miembros”, según la hotelera española.

Además de la demanda colectiva, un grupo de afectados plantean poner en marcha esta alternativa tras barajar distintas acciones para liberarse de las obligaciones que mantienen con el club; aunque no disfruten de lo acordado. De igual forma valoran plantear las oportunas denuncias frente a la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) a la vista de las posibles irregularidades cometidas por SMVC y la sociedad mantenedora o prestadora de los servicios vinculada a la misma (Resorts Adventage) en relación a la Ley de Protección de Datos.


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