Los desarrollos de lujo de Vía Célere y Metrovacesa chocan con Cuatrecasas

La quiebra de la constructora Tegister, que estaba trabajando en distintos desarrollos de lujo para Metrovacesa y Vía Célere, está cerca de convertirse en un problema enquistado de difícil solución. Al menos, una resolución que satisfaga a la vez los tiempos con los condicionantes económicos. La razón es que ambas promotoras han insistido en descartar el pago de las cantidades que adeudaba la firma cordobesa a sus subcontratistas, al menos a una parte de ellas, lo que ha elevado el malestar de las mismas. En consecuencia, ya han promovido acciones legales asesoradas por el bufete Cuatrecasas y han preparado movilizaciones con el objetivo de demorar («el tiempo que haga falta», señalan algunas de ellas) la reanudación de las obras.

«Tras hablar con Vía Célere nos han comentado que como no somos una empresa que haga falta para terminar la obra, que no me van a abonar nada», explicaban desde una de las subcontratas afectadas por la política de pagos de la promotora. La firma que ahora dirige José Ignacio Morales decidió apostar por el desarrollo de su proyecto en Mijas, más en concreto en Cala Serena, con su propia constructora llegando a un acuerdo con una parte de las compañías a las que Tegister adeudaba dinero con intenciones de reanudar la obra. Pero el intento ha chocado de lleno con las cinco o seis pequeñas firmas que ni han cobrado, que han avisado de que «ante cualquier intento de reiniciar los proyectos nos van a tener enfrente».

Las amenazas de movilizaciones sociales con el objetivo de obstaculizar la reanudación de las obras no son sin fundamento, como bien saben en Metrovacesa después de su último choque. Hace pocos días la firma mandó desplegar los materiales para construir el piso piloto de su proyecto Le Mirage en Cancelada en Estepona, al pie del Mediterráneo. El movimiento cerca de la obra provocó una cadena de WhatsApp y llamadas que dio con un numeroso grupo de personas en dicho terreno para frenar cualquier tipo de atisbo de que la obra se pudiera reiniciar. «Finalmente fue una falsa alarma, porque no había la intención de reanudar la obra, pero demostró que en esto estamos todas (las afectadas) juntas y que sin acuerdo no habrá construcción posible», relataron fuentes presentes.

La movilización social para evitar la reanudación de las obras no es el único frente que tienen abierto las promotoras, puesto que las firmas afectaban también han optado por la vía judicial para lo que se han puesto en manos de Cuatrecasas. Por el momento, las subcontratas ya han presentado sus respectivas demandas en los juzgados locales y está misma semana se han sucedido las reuniones entre representantes de Metrovacesa y Vía Célere con los abogados del bufete que representan a las afectadas. La defensa buscará ampararse en el artículo 1.597 del código civil llamado ‘acción directa’, que obliga al promotor como responsable solidario a hacer frente a los pagos, máxime cuando realmente la deuda de la promotora con la constructora existe.

RETRASOS EN LA DE ENTREGA DE LOS DESARROLLOS DE LUJO

Tanto la obra en Mijas como la de Estepona (al igual que las de Madrid y Córdoba) llevan paralizadas desde hace casi dos meses, lo que implica que ha empezado a crecer el desconcierto entre los clientes de ambas firmas que ya tenían comprados los apartamentos en dichas zonas de playa, y que esperaban poder estrenarlos el siguiente verano. La situación es si cabe más crítica para la obra en Cala Serena de Vía Célere, ya que confirman fuentes cercanas al desarrollo de la obra que «es materialmente imposible terminarla a tiempo, incluso si las obras se iniciaran inmediatamente» algo que obviamente no va a ocurrir. Quizás por ello, la firma haya decidido que sea su propia constructora la que lleve a cabo la obra.

El enfrentamiento abierto, ahora también por la vía legal con Cuatrecasas, provocará retrasos en la entrega de las viviendas de lujo de Vía Célere y Metrovacesa en Estepona y Mijas

En el caso de las promociones de Metrovacesa, los tiempos son más amplios, aunque no hay por el momento certeza de que no se pueda acabar la obra en el plazo previsto. En concreto, la que más alarma ha creado entre sus clientes es el desarrollo de Le Mirage III que lleva detenida desde principios de julio y cuyos trabajos tampoco se han reanudado, poniendo en peligro la fecha de entrega que estaba prevista para el primer semestre de 2020. A pesar de ello, la firma ya se ha puesto en contacto con las compañías en la búsqueda de una solución, aunque todavía parece lejos.

Pedro Ruiz
Pedro Ruiz
Colaborador de MERCA2