Las enfermedades que podrían ser epidemias en 2017

Los conceptos de epidemia  y pandemia, quizás tendrían que revisarse debido a los misterios, que no dejan indiferentes y preocupan a los científicos, como es el caso de la Enfermedad de Kawasaki, que se transporta mediante el viento. El científico norteamericano Thomas Frieden, en una entrevista para el Wall Street Journal del pasado mes de noviembre, afirma, refiriéndose a las epidemias y pandemias, que no se sabe de dónde y por dónde vendrá, pero lo que sí está claro es que llegará cada día una de nueva.

Existen tres grandes vías por las puede aparecer una epidemia:

Los viejos conocidos

Virus tan archiconocidos y masivos como el virus de la gripe o influenza, acudirá a aquellos lugares donde hay gran confluencia de personas, donde las condiciones higiénicas no son las mejores y donde mamíferos y aves interactuan con las personas, convirtiéndose así las mejoras distribuidoras de las distintas cepas vitales. China, México, Vietnam, Egipto y, en algún grado, Estados Unidos se postulan geográficamente como los mejores candidatos para esta propagación de nuevas enfermedades víricas extrañas. En todo esto podemos incluir enfermedades como la sífilis o la tuberculosis que están de vuelta por un mal uso que se está haciendo de los antibióticos, tanto en la población humana como animal.

Virus

Los recién llegados con pedigree

Estos serían virus conocidos pero con bajo contagio entre la población humana. Sería el caso de del la fiebre del Valle del Rift (aparecida en Kenia en 1931), con un cuadro clínico parecido al de la meningitis. El 8% de los contagios sufre de inflamación del cerebro y con final de muerte. Otro recién llegado con pedigree es el virus Nipah, procedente de Malasia, que también cursa con inflamación del cerebro y un síntoma diferencial: posibles cambios de personalidad. El vector de contagio es el ganado porcino doméstico contagiados por comer fruta que ha sido mordida por los murciélagos fruteros. En la epidemia acaecida entre el 1998 y 1999, casi el 50% del contagio en los humanos terminó en muerte. En esta nómina no debemos olvidar el virus llamado MERS o Síndrome Respiratorio de Medio Oriente, que es un coronavirus que se transmite por los camellos enfermos a través de sus secreciones nasales, produciendo un 42% de mortalidad.

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Epidemias multifactoriales

La aparición de la enfermedad puede darse debido a la conjunción o ausencia de dos o más factores que combinados pueden catalizar una amenaza que antes no existía. El cambio climático con el aumento de la temperatura, lluvias torrenciales donde antes no las había, la contaminación del agua, etc., puede ser el desencadenante de nuevas combinaciones que anteriormente no se daban, produciendo así nuevas cepas de virus con una virulencia desconocida en este momento. También podríamos hablar de una tipo vírico que ahora es poco relevante y debidos a los diferentes factores se convierte en una amenaza. Las epidemias llamada multifactoriales serán las más difíciles de erradicar.

Esa Cándida que no es nada cándida

No podemos tratarla de pandemia, ni de tan solo de epidemia, pero lo sucedido en Estados Unidos hace un par de meses sería un buen ejemplo de lo que podría haber terminado en una epidemia multifactorial. Se trata de 13 casos de infección por el hongo Candida auri; cuatro de los paciente fenecieron sin ser la causa nada clara, según el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC). Se trataría de una infección que se hallaría diseminada por los hospitales esperando el momento propicio para hacerse patente invadiendo el canal auditivo, la sangre y la orina. Es la primera vez que se identifica este a este hongo como posible amenaza global emergente ya que algunas de sus cepas son resistentes a los principales antifúngicos. En los Estados Unidos apareció por primera vez en la forma de resistente a los antimicóticos y puede ser causante de futuras epidemias.

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Enfermedad de Kawasaki, el caso más intrigante y multifactorial

Esta enfermedad consiste en una inflamación vascular que es provocada en la infancia derivando 20 años después en un aneurisma de la arteria coronaria pudiendo terminar en infarto y muerte. En Japón 1 de cada 185 niños la padecería antes de los 10 años. Cursa una incubación muy breve y a las 24 horas después de la exposición aparece la fiebre con la que da comienzo a la enfermedad: todo un misterio. Lo que se sabe de esta enfermedad es que se transmite por el viento. En 2014 se descubrió que en Japón, cuando sopla el viento proveniente de noroeste de la China, una toxina en el aire o una molécula asociada a la agricultura intensiva, serían las causantes de reacciones inmunológicas idiosincrásicas en los niños genéticamente susceptibles. La causante era curiosamente la Candida contenida dentro del microbioma de los vientos troposféricos. Todo apunta que esta enfermedad era inexistente en la zona hace 70 años cuando la agricultura no era intensiva.

La demencia como una de las epidemias globales

Lejos de los virus y patógenos, encontramos la demencia que en breve puede convertirse en una epidemia a nivel global. La noticia apareció como fruto de las investigaciones que relacionan la contaminación producida por los coches y la demencia que se registra en las grandes ciudades. Más de 47 millones de persona padecen esta enfermedad en nuestro planeta, y las previsiones a corto plazo es que esta cifra irá en aumento. Un estudio dirigido por el investigador Hong Chen, de la Agencia de Salud Pública de Ontario, atribuye a la contaminación de los coches una de las principales causantes de demencia debida a la exposición de contaminantes como el dióxido de nitrógeno, las partículas finas en suspensión, las partículas ultrafinas y a los metales pesantes. Otra trabajo realizado en Taiwan relaciona la contaminación con el Alzheimer.