El culebrón de Kiko Matamoros, ¿por qué no se habla con ninguno de sus hijos?

No es ninguna novedad el hecho de que Kiko Matamoros, colaborador de Sálvame, tiene una mala relación con sus cinco hijos, de los cuales tres son conocidos en el mundo mediático. Una vida de idas y venidas en las que la relación no llega a cuajar con ninguno de sus retoños.

Y hay que reconocerlo, lo cierto es que no les faltan motivos para tener esta enemistad con su padre, ya que no deja de cometer un error tras otro. Y ya no son críos, lo que dicen es con criterio. A continuación, te contamos la turbulenta historia y las razones que han llevado a los hijos de Kiko Matamoros a no dirigirle la palabra, de nuevo.

Makoke, ex de Kiko Matamoros, la primera culpable

makoke ex kiko matamoros

Kiko Matamoros se ha preocupado de vender su vida desde el minuto uno en televisión, y es porque no hay un seguidor de Sálvame que no conozca la mala relación de este con sus cinco hijos. El colaborador del programa de tertulia mantuvo una relación de noviazgo con Makoke que duró 18 años, y luego dos más de matrimonio, hasta que finalmente, tras varias infidelidades y demás confesiones, ella decidió terminar con la relación. Pero el daño que dejó a sus espaldas en la familia de Kiko Matamoros, fue inmenso.

Makoke y él tuvieron una hija, Anita, la más joven de la familia, con la que en estos momentos tampoco tiene relación. Aunque durante su relación con Makoke los tenía con sus otros hijos. Y con razón, Kiko solo tenía ojos para complacer a su pareja, y al otro hijo que tiene ella, Javier Tudela, al que a día de hoy detesta, y no dedica buenas palabras cuando lo menciona. Asegura que se ha aprovechado de él y su dinero, y que es un malcriado. Aunque él no es el único, ya que el propio Matamoros reconoce que la forma en la que ha criado a sus hijos ha sido terrible, pues los ha consentido demasiado.

Nerea Pereira Plata
Nerea Pereira Plata
Estudiante de Periodismo y chica geek. Como buena techie soy una amante de las nuevas tecnologías y me encanta probar siempre gadgets nuevos.