Sin dividendo y en caída libre: crisis de confianza en la Bolsa española

El Banco Santander, Amadeus o Inditex han decidido cancelar el pago del dividendo. Otras como Indra o Iberia han aplicado un ERTE. Y esto se suma el descalabro de los mercados financieros. La crisis del coronavirus ya ha empezado a pasar factura en las empresas cotizadas españolas y los inversores muestran signos de desconfianza.

En opinión de Joaquín Robles, analista de XTB “estamos en un momento de inversion difícil”. Las empresas españolas siempre se han caracterizado por el pago de dividendo como estrategia de fidelización al pequeño accionista y ahora se han visto obligadas a suspenderlo para tener liquidez, prefieren tenerlo en caja.

La situación “es clara”, el mercado teme una recesión a nivel global y esto genera una caída de expectativas. Las acciones descuentan flujos de caja futuro, y ahora se ven menos ingresos y beneficios. Ante este escenario “tan repentino” las compañías cancelan el pago de dividendos para ser sostenible, se espera que cada día más empresas anuncien un recorte o suspensión.

OBJETIVO: TENER LIQUIDEZ

Esta paralización económica va a dejar muchas compañías comprometidas financieramente y tienen que aumentar la liquidez para llevar a cabo reestructuraciones. “Ves ahora la rentabilidad por dividendo de muchas empresas españolas y son ilógicas, no se va a cumplir y tendrán que rectificar”.

En casos concretos como la banca, “lo más probable es que sigan los pasos del Santander”. Robles entiende que esto tiene más repercusión en el inversor minorista y hará que muchas empresas “pierdan atractivo” porque se veían como un complemento a la inversión.

Sin embargo, esto no debe ocurrir con el institucional. Ellos van a sacar “el mismo rendimiento”. Además, la mayor parte de los inversores de empresas del Ibex son institucionales y se fijan más en la perspectiva de crecimiento que en la rentabilidad de dividendo. “Ellos buscan la rentabilidad de la acción por la cotización”.

ERTE, LA SOLUCIÓN PARA AHORRAR

En estos últimos días muchas empresas han anunciado un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE). El analista de XTB defiende que es “entendible y no debería pesar sobre los accionistas”. Es la solución para ahorrar, pero “el problema va a estar en las cuentas de resultados del primer trimestre” que empezarán a publicarse a mediados de abril.

Lo harán cuando ya recojan el impacto de 2 meses de coronavirus y ahí se reflejará realmente de cuánto ha sido la caída y las medias que podrían tomar. Esta paralización en la actividad económica llevará a muchas cotizadas “a hacer reestructuraciones y ajustes”.

De momento los ERTEs no pesan negativamente, y en teoría después no pueden despedir. “La atención se centra en el pesimismo que representa estar paralizado”. Los bancos centrales y los Gobiernos están anunciando medidas sin precedentes “pero no está teniendo ningún impacto, porque los inversores quieren saber hasta cuándo va a estar así la situación”.

CHINA, NUESTRO ESPEJO

China es nuestro espejo. Allí llegó antes el virus y el confinamiento. También allí se paró la actividad y los mercados financieros cayeron con fuerza. Ahora, que sus habitantes empiezan a salir a la calle, los contagios han parado y se vuelve a la rutina, también los mercados están más aliviados.

En comparación con el país asiático “el Ibex va a seguir sufriendo a medio plazo”. Estamos en un proceso “de caída libre” porque muchos inversores quieren estar fuera, pero llegara un día que se contenga el virus y las Bolsas responderán “con mucha fuerza”.

Puede incluso que la Bolsa española recupere la mitad de lo que ha perdido en estas últimas jornadas, pero después de eso estarán las consecuencias de esta paralización económica. “Van a ser malas y las Bolsas pueden volver a caer”.

En las últimas referencias (como la crisis de 2008) durante el proceso de caída también hubo fuertes rebotes, como ahora. Es probable que se vean alzas cuando la emergencia sanitaria se solucione, pero dejará a empresas con perspectivas muy bajas. También caerá la confianza de los consumidores, habrá menos consumo, confianza y eso es sinónimo de menos contrataciones.

EVITAR OPERACIONES ESTRATÉGICAS

En medio de esta revolución, el Gobierno aprobó medidas para evitar operaciones estratégicas (como OPAs) hacia las empresas españolas. El mercado cae con fuerza y hay empresas que son vulnerables a que les compren, “pero también esas compañías están mal, y dificulta cualquier operación”.

Las medias son buenas, pero hace unos días JP Morgan compro el 6,8% de Repsol y se convirtió en el segundo accionista. Hay sectores muy dañados, como el turismo, el transporte, la banca y los ligados a las materias primas.

Sin embargo, desde el bróker han notado en los últimos días como aumenta el interés por compañías que “lo estaban haciendo muy bien y ahora sufren caídas severas”, como Inditex , Aena o Amadeus.

“Van a sufrir, pero no verán comprometida sus cuentas, este tsunami les esta arrastrando, pero pueden responder mejor”. Ya no interesa tanto la que mas ha caído y tenga mas capacidad de subir, concluye.