El crunch anunciado para Cyberpunk 2077 genera un debate sobre derechos laborales

La desarrolladora de videojuegos CD Projekt Red ha anunciado que su esperado título Cyberpunk 2077, tras haber sido retrasado ya previamente, no podrá llegar a las tiendas en la nueva fecha establecida si el equipo no realiza un crunch para solventar todos los fallos o bugs en el tiempo que les queda. El crunch es una práctica por desgracia extendida en la industria de los videojuegos, por la que los desarrolladores han de internarse en el trabajo durante varios días, semanas o incluso meses para finalizar un proyecto en tiempo récord, requiriendo para ello abstenerse de vida social, familiar, o incluso de dormir.

En el caso de esta empresa, la noticia ha generado gran polémica porque la firma se había posicionado anteriormente en contra de esta práctica, asegurando que evitarían a toda costa recurrir a esta fórmula que contradice cuestiones básicas como la salud o los derechos de los trabajadores.

«Muchos desarrolladores de Cyberpunk 2077, uno de los juegos más anticipados de 2020, han estado trabajando horas extra durante meses si no años. Pero esta llamada a la semana laboral de seis días, crunch «obligatorio», directamente niega lo que los jefes de la CDPR me dijeron el año pasado», cuenta el periodista especializado Jason Schreier.

En este contexto, la comunidad de fans en España que espera con ansia este videojuego ha comenzado a mostrar sus dudas en redes, formándose todo un debate sobre si comprar Cyberpunk 2077 merece la pena después de todos los percances que han ocurrido durante su proceso de creación, así como de la doble moral y los derechos laborales.

CYBERPUNK 2077 NO LLEGARÁ SIN CRUNCH

El director de CD Projekt Red, Adam Badowski, dio la polémica noticia este miércoles a través de Twitter, sobre esta orden que contradice los valores a los que la empresa se había adherido hasta el momento: «Las últimas seis semanas son nuestro sprint final de un proyecto en el que hemos pasado gran parte de nuestras vidas. Algo que nos importa muy profundamente. La mayoría del equipo entiende este empujón, especialmente por el hecho de que acabamos de mandar el juego a certificación y cada día nos coloca más cerca de publicar un juego del que queremos estar orgullosos», dice Badowski.

«Esta es una de las decisiones más difíciles que he tenido que tomar nunca, pero todo el mundo será compensado por todas y cada una de las horas extras que hagan. Y, como en los años anteriores, un 10% del beneficio que nuestra compañía genere en el año 2020 se distribuirá equitativamente entre el equipo», infiere el directivo, explicando que el sobreesfuerzo de los trabajadores les será devuelto con aumentos de sueldo.

UNA PRÁCTICA «OPRESIVA»

El periodista antes citado comenta sobre la práctica de Crunch: «Puede ser estimulante y opresivo. Ha arruinado vidas y matrimonios. Ha expulsado a innumerables personas de sus «trabajos soñados» en la industria de los videojuegos».

«Creo que lo que mucha gente no entiende es que «crunch» no es solo unas pocas semanas de horas extra aquí y allá. Es una cultura, una atmósfera, una expectativa de arriba hacia abajo. Las noches y los fines de semana son la norma. Y ciertamente no te pagan como un banquero o un ingeniero de Silicon Valley», añade el comunicador de Bloomberg.