Como en España en ningún sitio: los líos internacionales que salpican a Roures

Jaume Roures está disfrutando en la actualidad de su mejor momento profesional en España. Muchas voces le señalan como co-artífice del procés. Pero el magnate de Mediapro hace oídos sordos y disfruta tras haberse convertido en proveedor principal de La Sexta, en cliente comercial de Mediaset y en creador de algunas series para TVE, sin olvidarnos de sus negocios en las televisiones autonómicas o en su cuasi monopolio en los derechos del fútbol (ahora menguados por una restricción de la CNMC, que ha evitado que la Liga se quede en manos de un solo operador para la temporada que arranca en agosto de 2019).

Imagina Media, holding donde se circunscriben productoras como Mediapro o Globomedia, cuenta con una facturación anual que ronda los 1.500 millones de euros. Y gran parte de estos ingresos provienen de los negocios internacionales de Roures, que crece en Europa tras la compra de la productora eslovena VPF Pro, por lo cual la productora ya cuenta con once sedes en el viejo continente: España, Portugal, Francia, Bélgica, Hungría, Bulgaria, Grecia, Reino Unido, Turquía, Eslovenia e Italia. En el país transalpino Roures ha puesto sus ojos al igual que su amigo Javier Tebas, al que hace unos meses la Liga de Fútbol Profesional le volvió a subir el sueldo (casi millón y medio de euros anuales, casi cinco veces más que lo que cobraba por la misma labor hace cinco años) tras una supuesta oferta del Calcio para convertirse en su cabeza visible.

EL CALCIO EN LOS TRIBUNALES

Esta liga en principio la iba a emitir la empresa de Jaume Roures, que ganó la subasta por la Serie A, pero ahora un tribunal de Milán ha anulado la adjudicación por «vulnerar la legislación antimonopolio» tras un recurso de Sky, que consideraba poco decoroso que Mediapro se presentase a una subasta entre intermediarios independientes cuando en realidad la compañía catalana pretendía también convertirse en operador y por lo tanto explotador final de los casi 400 encuentros que en principio adquirió entre 2018 y 2021 por 1.050 millones de euros. Sky se vanaglorió por su triunfo temporal: «Era necesario comprobar que la propuesta de Mediapro respetase las leyes italianas. Sky confirma que está lista para presentar una oferta importante que pueda dar garantías a todos los aficionados y al mismo tiempo a los clubes de fútbol».

Pero Roures tampoco se quedó con los brazos cruzados afirma que plantará cara porque su «propuesta de comercialización se ajusta a lo establecido en su contrato con la Serie A y a lo dispuesto en la ley Melandri», ya que ellos creen que no venden programas con «contenido editorial», cláusula indispensable según la legislación italiana para hacerse con los derechos de su Liga, derechos por los que por cierto el empresario no cumplió el calendario estipulado del adelanto del pago de los mismos porque según él no ha recibido el cheque del nuevo propietario de Mediapro, el fondo chino Orient Hontai Capital, por lo cual los presidentes de la Serie A han votado a favor de suspenderle el contrato de explotación y la productora ha puesto sus ojos en otros territorios y ayer cerró un contrato para explotar la Liga francesa.

También Mediapro tiene otros problemas en el plano internacional: la compañía tuvo que provisionar en 2016 ni más ni menos que 10 millones de euros por si el «FIFAgate» les acaba salpicando. Recuerden que el FBI investiga las posibles «mordidas» pagadas por algunos directivos a la FIFA para que le facilitasen la compra de algunos derechos deportivos, causa por la que aparecen varios directivos ex directivos de Roures como señalados. Mejor le van las cosas a Mediapro en Brasil, ya que la compañía ha cerrado un acuerdo con la liga local para emitir gratis en 27 países de Europa, Asia y Oceanía su competición por Youtube, nueva estrategia de la productora para rentabilizar unos derechos que gozarán de una mayor protección fuera de sus fronteras.