Andrea Orcel ratifica su batalla legal contra el Santander por su nombramiento frustrado

Andrea Orcel ratifica su batalla legal contra el Santander tras la renuncia de la entidad a formalizar su nombramiento como consejero delegado. El banquero italiano ha reiterado su «gran decepción» por la designación frustrada.

Apenas dos meses más tarde del anuncio del Santander, el pasado mes de noviembre, del ‘fichaje’ de Orcel como ‘número dos’ en marzo, el consejo de administración del banco decidió dar marcha atrás, y no formalizar su nombramiento al considerar «inasumible»  tener que hacer frente a los costes derivados de su designación. La entidad dirigida por Ana Botín tenía que asumir, en su totalidad, al bonus diferido que se había comprometido a abonarle UBS -de donde procedía el banquero-, estimado en unos 55 millones de euros.

La entidad cántabra tuvo que reconocer entonces que el coste de compensar Orcel, según los términos de su salida de UBS, por su retribución diferida a lo largo de siete años, así como otros beneficios que le correspondían por su puesto anterior sería una suma «significativamente mayor» de la prevista inicialmente.

Por primera vez en más de tres décadas, Andrea Orcel se encuentra sin trabajo

En una entrevista concedida al ‘Financial Times’, Orcel ha hablado por primera vez sobre la decisión del Santander de renunciar inesperadamente a su contratación como mano derecho de Ana Botín. «La primera reacción fue de sorpresa, tristeza y un tremenda decepción. Creo que ni siquiera este término explica bien lo que sentí», ha señalado Orcel, al tiempo que ha asegurado que, por primera vez en más de tres décadas, se encuentra sin trabajo.

«¡Dios mío! Esto es un cisne negro. Esto nunca ha pasado antes», ha aseverado el italiano en declaraciones al rotativo británico, añadiendo que no quiere ser «un rehén de esta terrible situación», por lo que ha puesto el asunto en manos de profesionales legales, confirmado que se está preparando para llevar al Santander a juicio.

«No soy conocido por ser una persona que se vaya o deje pasar las cosas, especialmente cuando creo que lo correcto es no dejarlo pasar. No es solo por mí. Imagina esta situación con alguien que tenga menos visibilidad. No está bien», ha precisado el ejecutivo.

[td_block_11 custom_title=»» separator=»» post_ids=»116471″ limit=»1″ css=».vc_custom_1496993590403{border-top-width: 1px !important;border-right-width: 1px !important;border-bottom-width: 1px !important;border-left-width: 1px !important;padding-top: 5px !important;padding-right: 5px !important;padding-bottom: 5px !important;padding-left: 5px !important;border-left-color: #000000 !important;border-left-style: solid !important;border-right-color: #000000 !important;border-right-style: solid !important;border-top-color: #000000 !important;border-top-style: solid !important;border-bottom-color: #000000 !important;border-bottom-style: solid !important;border-radius: 4px !important;}» tdc_css=»»]

De hecho, Orcel ha remarcado que todos los términos, económicos y no económicos, «eran muy conocidos». «Esta no es una situación en la que se está contratando a una persona y luego te das cuenta de que es diferente», ha reprochado. «Tenía una relación de cercanía con esta entidad», ha dicho, recordando que tuvo una amistad «especial» con Emilio Botín, si bien ha rechazado comentar sobre lo que éste pudiera pensar al respecto. «No me gustan las especulaciones», ha apostillado.

Orcel ha relatado que cuando el Santander comunicó su decisión, su hija de ocho años acababa de superar un examen para acceder a su nuevo colegio en Madrid y él y su mujer estaban «a días» de realizar el pago inicial para comprar una casa.