Muchas investigaciones coinciden en resaltar el escaso impacto que tienen los deberes en el rendimiento de los alumnos. El colegio Khalil Gibran lleva más de trece años defendiendo que las tareas escolares para casa perjudican el aprendizaje
Hace ya tres años que la madre, e ingeniera de Telecomunicaciones, Eva Bailén, prendió la mecha del debate centrado en los deberes escolares de los alumnos españoles, iniciando una petición de firmas en la plataforma Change.org por “la racionalización de los deberes en el sistema educativo español”. Es decir, pidiendo “que se eliminen cuanto antes los deberes abusivos”. En menos de un año consiguió 100.000 firmas, y a día de hoy, ya ha alcanzado las casi 230.000. Y la lista de argumentos a favor de la reducción drástica de los deberes no ha dejado de crecer en los últimos años.
Una vez allanado el camino, la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (CEAPA) lanzó su propia campaña en contra de los deberes abusivos y tuvo lugar la famosa ‘huelga de deberes’, gracias a lo cual la regulación de las tareas escolares llegó al Congreso de los Diputados.
La doctora Marisa Navarro, autora del libro La medicina emocional, denuncia que “la excesiva carga de deberes a la que muchos niños están sometidos conlleva muchos peligros, y entre ellos al fracaso escolar, que puede derivar además en enfermedades como la depresión, la falta de autoestima o el refugio en las adicciones”. Y Enric Roca, catedrático de Pedagogía de la Universidad Autónoma de Barcelona, subraya que “hay deberes inútiles y pesados que pueden interpretarse casi como un castigo”. Por el contrario, defiende que “deberían ser tareas atractivas vinculadas a la realidad del mundo, que ayuden a los niños a reafirmar el aprendizaje que no se haya consolidado en horario escolar o profundizar y ampliar lo que se haya aprendido”.
Siguiendo esta línea de pensamiento, el colegio en Fuenlabrada Khalil Gibran lleva más de trece años defendiendo que las tareas escolares para casa, tal y como se conciben normalmente, lejos de ser útiles suelen ser perjudiciales para el aprendizaje de los chicos. Juan Carlos García, fundador de este colegio, afirma que “los deberes impiden la labor formadora de las familias. Padres e hijos necesitan compartir las experiencias del día, exponerse los problemas y buscar juntos soluciones. Tener tiempo de paz con los hijos es conocerlos, saber sus inquietudes, proponerles ideas y crear confianza; todo eso también es educar y formar. Tareas tan importantes que no deben delegarse exclusivamente al colegio”.
Los motivos que argumentan desde la dirección de este colegio para no enviar deberes hasta sexto de primaria son cuatro bien diferenciados:
- No dejan tiempo para jugar, el primer instrumento que posee el niño para aprender a conocerse y saber interactuar con los demás. El juego es un elemento imprescindible en el desarrollo de una persona en edades tempranas, los niños necesitan actividades para crecer y desarrollar sus capacidades y aptitudes. Raquel Ramos, madre de uno de los alumnos del Khalil Gibran, asegura que una de las cosas que más le gustan es que su hijo “viene muy contento al colegio, tiene muchas ganas de aprender, de conocer cosas nuevas y le resulta muy fácil aprender todas las materias nuevas”.
- El impacto de los deberes sobre el resultado académico es mínimo o inexistente en Educación Primaria. Numerosos estudios revelan que en países donde no se envían deberes los resultados académicos son mejores. En Finlandia, a la cabeza de la educación europea, con el mejor sistema educativo del mundo, no envían más de 15 minutos al día de deberes. Por el contrario, en España se envían una cantidad extraordinaria de deberes en educación Primaria y estamos a la cola en resultados de los países desarrollados con un alto porcentaje de fracaso escolar.
- Pueden llegar a provocar discusiones familiares y rechazo a la escuela. Muchos niños necesitan ayuda para hacer sus deberes, lo cual implica conflictos cada tarde entre padres e hijos. Además, hay que tener en cuenta que en determinadas etapas los niños no pueden recibir ayuda dada la dificultad de las materias y eso es motivo de desigualdad para familias cuyos padres tienen niveles básicos de formación. Consuelo Serrano, Directora del Colegio de Fuenlabrada, confirma que “al trabajar en clase percibimos cuándo no hacen algo bien y es en ese momento cuando aprenden. Por tanto, la información sobre lo que saben y lo que desconocen es inmediata y verdadera.”
- Los niños asisten unas 8 horas diarias al colegio, tiempo más que suficiente para recibir una buena formación académica. “Cada mañana nuestros alumnos acuden al colegio contentos, despejados y con ganas de trabajar, de tal manera que les cunde más el tiempo en clase”, asegura Consuelo.
Existen otros métodos para reforzar los conocimientos en casa sin necesidad de sentarse a una mesa. Por ejemplo, “podemos reforzar la lengua elaborando la lista de la compra y las matemáticas calculando el presupuesto de gastos para un bizcocho”, defienden los profesores del Colegio Khalil Gibran. “Debemos desarrollar competencias, no contenidos. No matemos la pasión por el conocimiento, que es natural en los niños, debemos proteger esa inquietud por aprender”.
“Nuestros resultados avalan nuestro método, y es que somos uno de los colegios con mejor nota y mayor número de aprobados en selectividad de toda la zona sur de Madrid, así como en los resultados de las Pruebas de Evaluación Final, Evaluación Individualizada, Cambridge y Trinity College. Somos un colegio sin deberes avalado por nuestros excelentes resultados”, defiende Consuelo Serrano.
Fuente Comunicae