Con el avance del tiempo, la ciencia y la tecnología, hasta las cosas más comunes tales como profesiones o actividades usuales, han ido mutando y, claro, avanzando. Es así que, lo que en épocas atrás era frecuente de ver, a día de hoy nos parecería totalmente aterradoras.
Es importante recordar que al ser otros tiempos, las personas debían adaptarse a lo que su época requería o lo que se estilaba por el momento, a causa de que todavía faltaban avances por descubrir. Quédate leyendo este artículo para conocer sobre 5 cosas aterradoras del pasado.
Los bomberos lucían muy diferente en relación con la actualidad
Los uniformes de los médicos entre las cosas más aterradoras
No, no estamos viendo una imagen de la parca; y sí, esto es completamente real. Este era el uniforme que utilizaban los médicos especialistas en tratar la peste negra, una gran epidemia que invadió Europa, dejando una gran cantidad de muertes entre los siglos XVI y XVII.
El traje de protección consistía de una túnica de tela gruesa encerada, una máscara con agujeros con lentes de vidrio y una nariz cónica con forma de pico, que era rellenada con sustancias aromáticas y paja. Claro que hoy en día nos parece un atuendo tan sorprendente que hay quienes lo recrean el día de Halloween.
Tratamientos médicos dudosos
A raíz de que la ciencia todavía no había avanzado lo suficiente, los médicos no tenían mucha información de cómo curar infecciones, y llevaban a cabo métodos extraños -y dolorosos- en sus intentos de curarlas.
Desde la receta de sangría para todas las enfermedades, corte de lengua para tratar la tartamudez, lobotomía y descargas eléctricas. Hasta para los médicos más exitosos de aquella época, las cirugías con un desenlace letal no eran una rareza.
Juguetes radioactivos
Sí, leíste bien. No hace mucho tiempo atrás, tan solo en los años 50 y ante la desinformación, la radioactividad no estaba tan mal vista como hoy en día, ya que se desconocían los peligros que podía causar esta.
Es así, que en los tan comunes kits de mini laboratorios para niños, que además estaban muy de moda entre los pequeños, podían incluir elementos radiactivos: polonio y uranio, pero, por supuesto, en dosis microscópicas.
Envío de niños por correo
Por más increíble que parezca, a principios del siglo XX esta inquietante actividad era completamente normal. En Estados Unidos se estilaba mucho que los padres enviaran a sus hijos por correo a casas de otros familiares que no vivieran en el mismo lugar.
El envío de niños por correo estaba permitida siempre y cuando el pequeño no pesara más que un paquete tradicional y realizarlo costaba hasta 15 centavos de dólar. Exacto, como si de una encomienda estuviéramos hablando.
Por fortuna, el avance de la ciencia y de la sociedad produjo cambios sumamente importantes en el mundo, al punto de que estas cosas cambiaran para bien y se dejaran de practicar actividades de lo más peligrosas. A ti, ¿Qué fue lo que más te sorprendió?