A veces nos obsesionamos con planificar viajes a destinos lejanos y costosos, pasando por alto que tenemos joyas ocultas a pocas horas de casa. Sin embargo, Soria esconde un paraíso blanco que muy pocos viajeros conocen y que rivaliza en encanto con cualquier estampa alpina. Es el momento de dejar de mirar al norte lejano para redescubrir el interior peninsular.
No hace falta hipotecar las vacaciones ni cruzar la frontera para disfrutar de una escapada invernal perfecta con toda la familia. La realidad es que el Punto de Nieve Santa Inés ofrece una desconexión total lejos de la masificación habitual de las grandes estaciones de esquí. Aquí el tiempo parece detenerse entre pinos centenarios cargados de nieve.
EL SECRETO MEJOR GUARDADO DE LOS PINARES
Situado en la vertiente sur de la Sierra de Urbión, este enclave desafía todos los prejuicios sobre dónde se puede practicar el deporte blanco en España. Lo cierto es que esta estación de esquí de Soria cuenta con un carácter rústico y salvaje difícil de igualar en complejos más comerciales. La nieve aquí tiene un sabor especial, más íntimo y personal.
Los aficionados encuentran aquí el lugar idóneo, tanto para el esquí alpino en su pista principal como para disfrutar de largos recorridos entre árboles. Resulta evidente que el esquí de fondo es el rey en estas latitudes, permitiendo travesías silenciosas a través de bosques inmensos de pino negro. Es una conexión con la naturaleza que renueva el espíritu.
VINUESA, LA JOYA EMPEDRADA DONDE DORMIR
Tras una jornada intensa deslizándose por las laderas, el cuerpo pide descanso en un lugar que respire historia y autenticidad por los cuatro costados. No es casualidad que Vinuesa sea uno de los pueblos más bonitos de toda la geografía nacional gracias a su espectacular arquitectura pinariega tradicional. Sus calles empedradas y casonas nobles te transportan a otra época.
Pasear por sus callejuelas al atardecer, bajo el humo de las chimeneas, es el complemento perfecto para desconectar del ruido y el estrés de la ciudad. Se agradece comprobar que la hospitalidad de la gente de Soria te hace sentir como en casa desde el primer minuto que pisas la plaza mayor. Aquí no eres un simple turista, eres un invitado en su tierra.
UN PLAN INVERNAL QUE NO ARRUINA EL BOLSILLO
Uno de los grandes frenos a la hora de planificar un viaje a la nieve suele ser el precio a menudo desorbitado de los forfaits y el alojamiento. Por suerte, las tarifas en Santa Inés son muy accesibles para cualquier economía familiar que quiera disfrutar de un fin de semana diferente. La diferencia de coste con los Pirineos se nota, y mucho, en la cartera.
El ahorro considerable en la actividad deportiva permite a los visitantes darse otros caprichos merecidos, como disfrutar de la contundente gastronomía local sin miramientos. De hecho, comer en los restaurantes de Soria es una experiencia casi religiosa donde los torreznos y las setas de temporada mandan en la mesa. La calidad del producto local es, sencillamente, indiscutible.
EL DESTINO PERFECTO PARA INICIARSE EN FAMILIA
Muchos padres temen llevar a sus hijos pequeños a estaciones gigantescas donde es fácil perderse, sufrir algún percance o agobiarse con la multitud. La ventaja es que el ambiente familiar y seguro de este punto de nieve garantiza la tranquilidad absoluta de los progenitores durante toda la jornada. Los niños aprenden a esquiar a su ritmo, sin miedos y sin presiones.
Además de las tablas, existen opciones divertidas para tirarse en trineo o simplemente hacer muñecos de nieve en las laderas habilitadas para ello. Lo mejor es que la diversión está asegurada para los pequeños sin la necesidad de soportar colas interminables y gélidas en los remontes mecánicos. Es nieve pura y dura, disfrute sencillo y sin artificios innecesarios.
NATURALEZA SALVAJE A UN PASO DE MADRID
Lo que realmente atrapa al visitante es la sensación de estar en un bosque escandinavo remoto, pero a pocas horas en coche del centro de la península. Sorprende descubrir que el paisaje de la Laguna Negra se encuentra a escasos kilómetros, ofreciendo una excursión complementaria obligada para los amantes de la fotografía. Es un entorno de leyenda que Machado inmortalizó por su belleza misteriosa.
Volver a la rutina del lunes después de respirar el aire puro y helado de la Sierra de Urbión se hace cuesta arriba, pero la batería queda recargada. Queda claro que esta escapada a tierras de Soria se convertirá en una tradición anual innegociable para quien se atreve a probarla una vez. Al final, el verdadero lujo es el silencio, el espacio y la autenticidad.











