La compañía de retail cordobesa Silbon, que compite directamente con Scalpers, continua su expansión, especialmente invirtiendo en personal, tiendas y estructura. Si bien, para conseguir adaptarse al tamaño que querían tener y a las nuevas necesidades, la compañía de retail realizó una reestructuración societaria, unificando varias filiales bajo la matriz Silbon España.
En este sentido, ha ido incrementando el número de empleados, y a consecuencia ha aumentado el gasto en personal, que se ha triplicado de unos 3,7 millones de euros en 2023 a 11,3 millones en 2024. Sin ir más lejos, Silbon en 2021 contaba con 21 empleados, y en la auditoria a la que ha tenido acceso MERCA2, la compañía ya cuenta con 582 empleados, de los cuales 391 son mujeres.
De cara al cierre del ejercicio fiscal de este 2025, Silbon espera consolidar la red de tiendas físicas existentes en España, Portugal y Francia, abriendo nuevos puntos de venta en aquellas zonas que suponen una oportunidad para la marca. Y, en cuanto al mercado online, esperan ampliar su presencia internacional.

LOS PRINCIPALES RIESGOS A LOS QUE SE ENFRENTA SILBON
En este sentido, Silbon está expuesta a riesgos inherentes a su actividad, entre los que destacan el riesgo de mercado, derivado de fluctuaciones en precios de aprovisionamiento y condiciones de demanda. En primer lugar, el riesgo de crédito, afecta al incipiente negocio de venta mayorista y al cobro de las liquidaciones de las ventas mensuales de los córners en grandes almacenes.
Cómo bien se explica en los documentos a los que ha tenido acceso este medio, «la Sociedad asegura la mayor parte de las ventas a clientes mayoristas y realiza un proceso de análisis de crédito previo a cada servicio, analizando tanto el comportamiento histórico del cliente, como la información financiera disponible completada con información cualitativa recibida por diversas fuentes».
SILBON HA IMPLEMENTADO PROCEDIMIENTOS INTERNOS DE CONTROL Y GESTIÓN DE RIESGOS EN CONSONANCIA CON SU PLAN DE CRECIMIENTO
Sin ir más lejos, Silbon deberá de hacer frente al riesgo de liquidez, mitigado mediante líneas de crédito disponibles y una posición de tesorería de 5.606.559 euros al cierre de 2024, frente a 2.770.108 euros disponibles en caja a diciembre de 2023. Asimismo, Silbon mantiene una sólida posición de liquidez, tanto en bancos como en líneas de crédito comprometidas y financiación circulante, como financiación de comercio exterior y confirming, que se estiman suficientes para atender la estacionalidad propia del negocio, las necesidades de crecimiento así como posibles contingencias.
No obstante, en cuanto al riesgo de divisa, Silbon sí está expuesta por los pedidos de compra que realizo en dólares a determinados proveedores extranjeros. «Durante el ejercicio 2024, la Sociedad ha realizado operaciones de cobertura con instrumentos financieros simples, con el objetivo de asegurar el tipo de cambio mínimo y mitigar dicho riesgo», se explica en la auditoria realizada por PricewaterhouseCoopers.

Por otro lado, en el ejercicio 2024 se refleja una política de inversiones intensivas acompañadas de un notable aumento del endeudamiento. Concretamente, las deudas con entidades financieras a largo plazo sube de 269.629 a 3,9 millones de euros; la deuda bancaria a corto plazo pasa de 235.673 a 7,09 millones; y el pasivo corriente total crece hasta los 21,1 millones, multiplicando por seis los datos de 2023.
Si bien, pese a este fuerte aumento de obligaciones financieras y comerciales, el balance aparece equilibrado gracias al gran refuerzo del patrimonio neto y a un aumento de tesorería que sitúa el efectivo final en 5,6 millones, duplicando el valor del ejercicio pasado, el de 2023.
LO QUE SILBON ESPERA CONSEGUIR A CIERRE DE 2025
En este sentido, Silbon cuenta con su propia orientación estratégica de 2025. El aumento de existencias, inmovilizado y plantilla en 2024, mostró que fue un año de construcción de capacidad, y para cerrar este año la compañía espera haber conseguido estabilizar el crecimiento, mejorar márgenes y optimizar el capital circulante.
Asimismo, el incremento del pasivo corriente indicaba un gran reto para este 2025, que era reducir gradualmente la deuda a corto plazo. Una reducción que Silbon ha ido realizando gestionando pagos, con rotación de inventarios y refinanciando su deuda. Por otro lado, los 18 millones activados en marcas, software y desarrollos deberían traducirse en aumento del canal online, internacionalización y mejora de eficiencia opertiva.

Sin ir más lejos, la estrategia de este 2025 para Silbon estaba orientada a una rentabilidad sostenida. Con un patrimonio neto reforzado y un beneficio sólido, la compañía cordobesa llegó a 2025 con capacidad para planificar a medio plazo sin depender tanto de financiación externa, siendo un gran reto que habrá que esperar a cerrar el año para ver si se ha cumplido.
No hay que olvidar que Silbon juega en una liga donde compite con grandes marcas españolas, donde destacamos a Scalpers, y por eso tiene que buscar profesionalización y una gran estructura. El tamaño, alcanzado con más de 54 millones en ventas y un balance que supera los 52 millones de euros, sitúa a Silbon en una nueva liga dentro del panorama de la moda nacional.








