Guadalajara afronta un momento decisivo en torno a su mercado residencial. En plena escalada de precios y con una demanda que supera ampliamente a la oferta disponible, la ciudad se dispone a analizar a fondo un problema que afecta tanto a jóvenes como a familias y profesionales que buscan establecerse en la capital alcarreña.
La Asociación de la Prensa de Guadalajara abrirá este debate en la tarde de hoy con una mesa redonda incluida en su XIII Ciclo de Otoño, concebido como un espacio de reflexión pública sobre los grandes retos locales.
La sesión, titulada ‘La vivienda, un problema social ¿sin solución? Situación en Guadalajara’, reunirá a voces autorizadas del ámbito público, empresarial y profesional. Intervendrán Blanca Causapié, jefa de Área de Urbanismo del Ayuntamiento de Guadalajara; Alberto Quemada, CEO de LandCo; Patricia García Caballero, presidenta de la Demarcación de Guadalajara del Colegio Oficial de Arquitectos de Castilla-La Mancha; Emilio Díaz, presidente de la Asociación Provincial de Empresarios de la Construcción; y el arquitecto Miguel Ángel Embid. Todos ellos tratarán de aportar claves sobre una problemática cada vez más compleja. La mesa estará moderada por el periodista Santiago Barra y tendrá lugar a las 19.30 horas en la Sala Multiusos del Centro San José, con la colaboración del Ayuntamiento y la Diputación Provincial.
La celebración de este debate llega en un momento especialmente delicado. Según el último informe de Idealista, publicado el mes pasado, Guadalajara es actualmente la capital de provincia más demandada para alquilar una vivienda en toda España. El dato no es menor: nueve de los diez municipios con mayor presión de demanda se encuentran en las áreas metropolitanas de Madrid y Barcelona. La única excepción entre capitales de provincia es Guadalajara, convertida en un polo residencial clave dentro del entorno madrileño.
Esta presión creciente tiene una consecuencia directa: la escalada de precios. En octubre de 2025, el precio del metro cuadrado en la capital alcarreña alcanzó los 1.974 euros, lo que supone un aumento del 17,5% respecto a octubre de 2024. Un salto notable que confirma el intenso dinamismo del mercado local y que se vincula, en gran medida, con el denominado ‘efecto dormitorio’: la búsqueda de viviendas en ciudades próximas a grandes urbes por parte de trabajadores que no desean —o no pueden— residir en el centro de estas.
Guadalajara, por su localización estratégica, su proximidad a Madrid y sus buenas conexiones por carretera y ferrocarril, se ha convertido en un destino natural para quienes buscan una alternativa habitacional algo más asequible. Sin embargo, la demanda está creciendo a un ritmo al que la oferta no logra responder. El resultado es un mercado tensionado que complica especialmente el acceso para jóvenes y familias con ingresos medios.
NUEVAS MEDIDAS
Este debate sobre la vivienda no es nuevo en Guadalajara, que en los últimos años ha empezado a mirar con mayor ambición su papel dentro del corredor madrileño. Las autoridades locales trabajan desde hace meses en una profunda modificación del Plan de Ordenación Municipal (POM) con el propósito de lograr un desarrollo urbano equilibrado, sostenible y capaz de ofrecer oportunidades tanto residenciales como laborales.
La premisa es clara: Guadalajara no quiere ser solo un lugar donde dormir. El reto, como han explicado los responsables del plan urbanístico, es encontrar un equilibrio entre vivienda y empleo, aprovechar el suelo disponible sin caer en desarrollos desordenados y atraer actividad económica que permita a la ciudad consolidarse como un núcleo autónomo dentro de la conurbación metropolitana que orbita en torno a Madrid.
El arquitecto y sociólogo José María Ezquiaga, encargado de liderar este proyecto —presentado meses atrás—, ya subrayó que la clave pasa por una estrategia capaz de programar vivienda asequible mientras se genera una base económica sólida. A ello se suma la necesidad de atender las demandas vecinales, desde la revitalización del centro histórico hasta la mejora de servicios y espacios públicos que hagan de Guadalajara un lugar atractivo para vivir y trabajar.
En este contexto, el Gobierno regional anunció ayer la aprobación de un nuevo bono de alquiler joven, dotado con ocho millones de euros, destinado a personas de entre 18 y 35 años para sufragar los gastos de alquiler durante 2025. La medida pretende mitigar parte de las dificultades que encuentra este colectivo para emanciparse, un problema que en Guadalajara se acentúa por el encarecimiento de la vivienda y la creciente competencia entre demandantes.
