El ecosistema digital encara un momento decisivo. Las empresas ya no observan la transformación tecnológica desde la distancia: la necesitan para competir, avanzar y adaptarse a un contexto en el que la inteligencia artificial, la seguridad y el talento especializado se han convertido en factores estratégicos. La economía global evoluciona a gran velocidad y las organizaciones se ven obligadas a replantear sus modelos operativos para no quedar rezagadas.
En este escenario, Experis ha analizado las tendencias que dominarán 2026, aportando una visión detallada del rumbo que tomarán los líderes tecnológicos. Su Informe de Tendencias 2026, basado en las opiniones de directivos del sector, muestra un mapa claro: el futuro dependerá de la capacidad para integrar tecnología, ética, sostenibilidad y personas bajo una misma estrategia.
La inteligencia artificial como motor de productividad
Según Experis, la inteligencia artificial será una de las principales tendencias del próximo ciclo económico. La etapa de experimentación ha quedado atrás y los CIOs orientan ahora sus proyectos hacia impactos reales y medibles.
El enfoque se desplaza hacia infraestructuras preparadas para obtener retorno rápido, modelos gobernables y agentes capaces de ejecutar tareas complejas con autonomía. La IA se consolidará como impulsora del rendimiento empresarial, siempre bajo marcos de seguridad que minimicen los errores y permitan escalar soluciones con garantías.
El talento híbrido como eje del crecimiento
El avance tecnológico exige algo más que perfiles técnicos. Experis señala que otra de las tendencias fundamentales será la combinación de conocimiento digital y habilidades interpersonales. Las compañías buscan profesionales capaces de comunicarse, coordinar equipos y adaptarse a entornos cambiantes.
La convivencia de distintas generaciones dentro del mundo laboral intensifica la necesidad de programas continuos de aprendizaje que permitan actualizar competencias y facilitar la integración de nuevas herramientas. La formación permanente será una variable imprescindible para sostener la competitividad empresarial.
La ética y la transparencia como pilares de innovación
A medida que las tecnologías avanzadas se integran en el día a día, crece la preocupación por la confianza y la gobernanza. Experis identifica como tendencia el auge de marcos como AI TRiSM, centrados en gestionar el riesgo, garantizar la trazabilidad y asegurar el uso responsable de la inteligencia artificial.
La regulación europea marca también diferencias entre países, y el mapa actual refleja una Europa occidental más avanzada en gobernanza digital, frente a un este del continente con menor madurez normativa. Las organizaciones deberán asumir que la innovación no es viable sin mecanismos sólidos que protejan a usuarios y empresas.
La aceptación del cambio como condición para transformar
La resistencia interna continúa siendo uno de los mayores obstáculos en los procesos de transformación digital. Experis destaca que ninguna tecnología tiene impacto real si las personas no la adoptan, lo que convierte la comunicación y la formación en factores estratégicos.
Explicar el porqué, acompañar la implantación y reducir la incertidumbre serán claves para integrar nuevas herramientas en los equipos. El liderazgo deberá apostar por modelos de gestión participativos que sitúen al empleado en el centro del proceso innovador.

La sostenibilidad como ventaja competitiva
La responsabilidad medioambiental dejará de ser un añadido reputacional para convertirse en una de las grandes tendencias operativas. La migración hacia infraestructuras más eficientes, la optimización energética mediante inteligencia artificial y la digitalización sostenible se integrarán en las decisiones de inversión.
Según Experis, el avance hacia la neutralidad climática estará ligado directamente a la competitividad y al acceso a financiación, por lo que las empresas deberán aplicar estrategias de Green IT que permitan reducir consumos y mejorar el rendimiento global. Este cambio será especialmente relevante para los países más industrializados de Europa, donde la regulación climática marcará la agenda corporativa.
La seguridad digital como eje irrenunciable
El crecimiento de las amenazas, la sofisticación de los ataques y la adopción masiva de IA elevan la ciberseguridad a máxima prioridad. Experis identifica esta área como una de las tendencias más determinantes para 2026.
La protección ya no se limita a desplegar herramientas avanzadas, sino a integrar modelos de seguridad transversales, como los principios zero trust, que garanticen controles en todos los niveles de la organización.
La necesidad de formar equipos especializados será crítica, especialmente en un continente donde muchas pymes mantienen una exposición elevada debido al uso generalizado de dispositivos personales y servicios cloud. La brecha entre países europeos también se refleja en este ámbito, con estados del norte más preparados y regiones del este con menor capacidad de respuesta.
Las tendencias descritas por Experis dibujan un futuro marcado por la convergencia entre tecnología, regulación, sostenibilidad y talento. En un momento en el que la inteligencia artificial impulsa una nueva economía, las organizaciones deberán asumir que la ventaja competitiva dependerá de su capacidad para anticiparse, adaptarse y protegerse. Las empresas que sepan integrar estas seis tendencias en sus decisiones estratégicas serán las que lideren el próximo ciclo tecnológico.








