El ayuno no solo cambió su energía, también le devolvió el control de su salud. El testimonio de Karina Ramírez —o simplemente Kari, como todos la llaman— está empezando a despertar mucha curiosidad entre quienes buscan mejorar su salud sin meterse en dietas imposibles ni en esas rutinas que uno aguanta dos semanas y luego abandona. Ella asegura que el sistema le dio un giro completo a su vida. A sus 34 años y viviendo en Dallas, lleva ya más de seis meses utilizando el Sistema Feel Great; de hecho, el 7 de noviembre celebra siete meses exactos de constancia.
Un diagnóstico que le movió el suelo

Hace dos años, Kari recibió un diagnóstico que, aunque suena común, se le clavó como un pequeño aviso del cuerpo: resistencia a la insulina. Fue entonces cuando entendió que su falta de energía tenía un origen real. Al principio, lo único que buscaba era tener más vitalidad, pero pronto descubrió que su problema de fondo tenía que ver con su metabolismo. Con disciplina y ayuno intermitente, empezó a notar cambios profundos.
Uno de los avances que más recuerda con sorpresa fue estabilizar su glucosa. Logró hacer 22 horas de ayuno sin mareos ni malestar, algo que antes le habría parecido imposible. No solo dejó de sentir bajones repentinos, sino que también recuperó una sensación de control sobre su cuerpo.
Neuropatías, peso y un estilo de vida que sí encaja

Durante años trabajó como mesera y sufría un adormecimiento constante en manos, brazos y piernas. También calambres. Hoy afirma que esos síntomas prácticamente desaparecieron. “Como si se me apagara el cuerpo por ratos”, solía decir, pero desde que empezó con el sistema esas molestias quedaron atrás.
Lo curioso es que Kari nunca empezó esta aventura por el peso. Aun así, se ha mantenido en su rango ideal sin obsesionarse. Ella describe este proceso como un estilo de vida que por fin le hace sentido. Su esposo también salió beneficiado: sus triglicéridos bajaron notablemente.
Menos ansiedad, más calma
Kari confiesa que el té Unimate se convirtió en su salvavidas para la ansiedad, sobre todo cuando esos antojos dulces golpean fuerte después de un día complicado. Dice que por fin siente que tiene una herramienta real para manejar sus emociones. Para alguien que ha atravesado etapas duras de depresión y estrés, el Unimate ha sido un apoyo importante.
Antes vivía a base de cafeína: expresos, shots de café, bebidas carísimas… cualquier cosa que la mantuviera despierta. Hoy, sin tanta cafeína, asegura sentirse mucho más estable y clara mentalmente.
¿Cómo funciona el sistema?

Ise Botello, quien acompaña su testimonio, explica que el Unimate es una yerba mate concentrada 375 veces más que las comunes. Kari lo toma frío o caliente, según el antojo, y lo siente parte natural de su rutina.
El protocolo es sencillo: dos Unimates al día y dos Balances. El Balance se toma antes de las comidas principales, sobre todo si sabes que lo que vas a comer no es precisamente lo más saludable. La primera comida debe ser abundante, y la segunda, más ligera, según recomienda el sistema. Kari también usa Unimate Fierce cuando siente que sus defensas bajan.
El camino de Ise Botello
Ise también tiene su historia. Hace tres años estaba lidiando con un cuadro complicado: dolores articulares, mareos nocturnos, un dolor insoportable en la planta de los pies, ansiedad, depresión, estreñimiento crónico y unas 40 libras de sobrepeso. Ella misma reconoce que nada la había ayudado hasta probar este sistema. Probó dietas estrictas, caldos, snacks saludables… pero sin mejoría.
Confiesa que dudaba del sistema —especialmente eso de “no hacer dieta”—, pero terminó rindiéndose ante los resultados. “Me saboteó con los beneficios”, afirma con humor. Y destaca algo que otros usuarios también señalan: por primera vez no hubo rebote.
Prevenir antes de lamentar
Tanto Ise como Kari repiten un mensaje que parecen haber aprendido a golpe de experiencia: no hay que esperar a estar en una sala de urgencias para empezar a cuidar la salud. “La prevención es la base de todo”, insiste Kari cada vez que cuenta su historia. También recuerda el caso de Elsa Flores, quien tras cuatro meses usando Feel Great logró regular su presión arterial y revertir su prediabetes.








