La situación de los repartidores de Glovo no ha cambiado demasiado en los últimos meses. Tras lo accidentado que ha sido su proceso de contratación, la empresa ahora enfrenta los reclamos de aquellos riders que se mantienen en el servicio, y que por su contrato afrontan retos y problemas que no debían asumir como autónomos, entre ellos la responsabilidad de los pagos en efectivo, que se ha traducido incluso en nóminas negativas en algunos casos.
Según un texto difundido entre los repartidores por parte de la sección sindical Solidaridad, parte del comité de empresa de Glovo, el problema es que se ha cargado a los repartidores tanto con la responsabilidad de cubrir el cambio en caso de pago en efectivo, así como a entregarlo en caja durante el día. Cuando hay alguna incidencia que se traduzca en un «descuadre de caja», son los trabajadores los que están viendo sus sueldos afectados. Lo cierto es que ya son varios meses los que llevan los riders contratados directamente por la plataforma subrayando esta situación.
Desde el sindicato han querido recordar que las herramientas que los repartidores deben tener para operar con efectivo son responsabilidad de la propia plataforma. En el pasado, cuando aún operaban como autónomos, los repartidores podían simplemente asumir lo cobrado en efectivo como parte de su facturación, ahora deben hacer el proceso de llevarlo hasta la oficina de Glovo, un tiempo que además pide se compute como parte de sus horas efectivas de trabajo.
En la sección sindical han querido recordar a los repartidores que deben comunicar a la empresa estos problemas, para dejar constancia, y que si no hay respuesta pueden acudir a la Inspección de Trabajo o incluso, si pasa más de un año sin solucionarse el problema, asumir la vía judicial. Se trataría de un nuevo problema legal para una empresa que esperaba escapar de este tipo de situaciones una vez completo su proceso de contratación.
Mientras tanto, los riders han sumado los pedidos en efectivo como uno de los motivos más comunes para apostar por reasignarse a otros repartidores. Sumado a los destinos demasiado lejanos, o los horarios nocturnos o, incluso, aquellos pedidos hechos desde pisos demasiado altos que les obligan a subir escaleras, son cada vez más las condiciones que estos trabajadores se niegan a aceptar por los problemas que les ha generado el nuevo contrato. Internamente, tanto repartidores como sindicatos señalan que la decisión de usar un convenio de mensajería de 2006 en lugar de adaptarlo a la realidad actual de las plataformas de transporte es la gran causa de esta acumulación de problemas.
LOS RIDERS DE GLOVO Y EL SERVICIO SUFREN POR EL CAMBIO DE MODELO
La realidad es que el cambio de modelo de Glovo parece simplemente haber trasladado los problemas de la empresa a los repartidores. Es cierto que la aprobación de la ley rider y la presión permanente por parte de las instituciones no les dejó demasiadas opciones más allá de asumir este paso, pero ha sido evidente que no necesariamente estaban preparados para un cambio tan radical. Además, el convenio de mensajería de 2006, utilizado como base para los nuevos contratos, ha sido imposible de estirar para cubrir todas las situaciones que asumen estos trabajadores en la actualidad.

Pero esto se empieza a traducir en problemas para los propios usuarios. La decisión de los riders ha sido la de no cumplir algunos servicios de larga distancia, que defienden, se han multiplicado ante la cantidad de repartidores que han abandonado la plataforma, a subir escaleras y ahora a cubrir algunos servicios por la situación del efectivo. Además los riders señalan que el cuidado y mantenimiento de sus vehículos corre por cuenta propia, y que en esta nueva realidad estos sufren más que en el pasado.
La propia matriz de la empresa, la alemana Delivery Hero, ha asumido que la situación española se ha traducido en una ralentización de su crecimiento y en la caída del número de pedidos en el país. Todavía están a tiempo de voltear la situación, pero es cierto que los problemas entre los repartidores siguen acumulándose.
OTRO AVISO PARA UBER EATS
Lo cierto es que se trata de otra situación que sirve de aviso para una Uber Eats que mantiene su modelo de autónomos en tiempo de descuento. Tras la amenaza de la Ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, de que sobre ellos caerá «todo el peso de la ley» es de esperar que en los próximos meses deban asumir una posición similar a la de Glovo, o bien tomen la decisión de otras plataformas como Deliveroo o Stuart y dejen de funcionar en territorio español.

En cualquier caso, solo el tiempo dirá qué pasa con el operador rebelde del mundo del delivery. De momento, Glovo puede servir como advertencia para su rival, sobre todo para evitar tropezarse con los mismos baches.








