sábado, 15 noviembre 2025

Dra. Gabi López (45), médica, nutricionista y psicóloga: «Si no practicas conectar con lo que de verdad quieres, el automático decidirá por ti»

- Gabi López propone una nueva forma de entender la salud emocional y física: sanar no es arreglarse, es volver a habitarse.

Conectar contigo mismo es el primer paso para empezar a sanar de verdad. Hay un tipo de cansancio que no se quita durmiendo. Es más profundo. Se cuela en los días buenos, pesa en los silencios y aparece incluso cuando “todo está bien”. No lo arregla un ascenso, ni una meta cumplida, ni el dinero en la cuenta. Ese hueco —dice Gabi López— se abre cuando una persona se desconecta de su propósito.

Y no, no habla de una misión heroica ni de “encontrar tu pasión”. Para ella, el propósito es algo mucho más esencial: lo que le da sentido a tu vida. Eso que, al pensarlo, hace que el cuerpo respire más profundo. Que te conecta contigo, no con lo que esperan los demás.

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“El problema es que muchas veces ese propósito nos viene dado —por la familia, por la cultura, por lo que otros proyectan— y entonces se vuelve ajeno. Y cuando el propósito no es tuyo, la vida deja de sentirse tuya también”.

Escuchar nuestro cuerpo

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Cuando el propósito no es tuyo, la vida deja de sentirse tuya. Fuente: Canva

Ese vacío puede tener mil formas: tristeza sin motivo, ansiedad, fatiga, desmotivación. A veces, nace del rechazo o de buscar aprobación constantemente. Otras, de haber dado amor que no fue bien recibido. Sea como sea, el cuerpo se encarga de avisar.

“Cuando la vida se vacía por dentro, el cuerpo habla. Con síntomas, con enfermedades, con señales que te dicen: despierta. Haz lo que quieres. Vuelve a disfrutar.”

Para Gabi López, que lleva años integrando medicina, psicología y nutrición en una misma mirada, el cuerpo nunca se equivoca. “La enfermedad no es un fallo, es una solución. El cuerpo siempre está intentando ayudarte, aunque duela”.

Sanar desde dentro (y desde todos los lados)

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El vacío no es castigo: es una llamada a reconectar contigo. Fuente: Canva

Su forma de trabajar parte de una visión holística: entender que todo está conectado.

Estos son sus cuatro pilares para una sanación real:

  • Comida real: No solo para calmar el hambre, sino para nutrir el cuerpo de verdad.
  • Hormonas y emociones: Entender cómo lo que sentimos y pensamos afecta directamente al sistema endocrino.
  • Toxinas: Limpiar el cuerpo de todo lo que lo satura: desde alimentos ultraprocesados hasta el exceso de pantallas o estrés.
  • Traumas: Identificar aquello que nos dejó en “modo supervivencia”, incluso si ocurrió hace años o lo heredamos sin saberlo.

Gabi explica que cuando un trauma está activo, el cerebro actúa como si estuviera siendo perseguido por un león. Vive alerta, tenso, sin descansar. Esa carga, si no se libera, se queda grabada incluso en el ADN.

El poder que asusta… pero libera

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Sanar no es borrar heridas, es escucharlas con amor. Fuente: Canva

Una idea que repite mucho —y que puede remover— es esta: responsabilidad es libertad. “Asumir tu vida no significa culparte, sino reconocer que tienes poder para cambiar. Pero muchas personas tienen alergia al poder, porque lo asocian al ego o al control. Y no. Tener poder es simplemente ser dueño de ti”.

Lo resume con una frase que lo dice todo:

“Mientras no hagas consciente tu inconsciente, el subconsciente seguirá gobernando tu vida… y tú lo llamarás destino.”

Incluso el miedo —ese gran enemigo— puede ser una brújula. “Cuando tienes miedo, muchas veces es porque estás a punto de salir del guion que no te pertenece. Ahí hay algo importante que mirar”.

La vida no se gana: se juega

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Estar presente es el verdadero éxito. Fuente: Canva

Gabi no habla de éxito ni de felicidad como metas. Lo suyo es más simple (y más profundo): estar presente. Habitar este momento. Aceptar sin resistencia lo que toca vivir.

“El éxito no es alcanzar algo. Es entender que lo que tienes hoy es justo lo que necesitas para crecer.”

Y sanar —añade— no es un destino. Se trata de estar contigo. De cuidarte incluso cuando no sabes por dónde empezar.

“Cuidarte no es algo que haces de vez en cuando. Es una forma de vivir. Y dura lo mismo que la vida.”


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