En Gossip, la sección más leída de Merca2, recogemos en exclusiva uno de los momentos más esperados del año en el mundo del corazón: el inminente cara a cara entre Isabel Pantoja y Kiko Matamoros en los juzgados. La tonadillera y el colaborador de televisión volverán a verse, esta vez no en un plató, sino en sede judicial, por una de las demandas más mediáticas y millonarias de los últimos tiempos. El encuentro, que tendrá lugar a finales de noviembre, marcará un nuevo capítulo en la larga lista de conflictos legales que rodean a la artista, que en esta ocasión ha decidido llegar hasta el final contra aquellos que, según denuncia, vulneraron su derecho a la intimidad.
2La denuncia que ha puesto Isabel Pantoja
La querella también incluye a Mariló de la Rubia, antigua amiga de Isabel Pantoja y gerente de la clínica cordobesa donde la artista recibía tratamiento médico. La tonadillera la acusa de haber tenido un papel determinante en la filtración de los datos clínicos que después habrían llegado a manos de los medios. Según la documentación judicial, Mariló habría sido una de las pocas personas con acceso directo al historial médico de la cantante, lo que explicaría su aparición en la lista de querellados. Esta relación personal añade un componente de traición que ha dolido especialmente a la artista, quien había confiado plenamente en ella.
También se ha citado en la causa a Cuarzo Producciones, responsable de varios formatos de Mediaset. La productora, sin embargo, ha presentado ya un escrito solicitando su desvinculación del caso. En dicho documento, Cuarzo asegura que “no tiene relación alguna con los contenidos que motivaron la denuncia” y que no fue responsable de la difusión de los datos médicos. Aun así, el juzgado ha admitido a trámite la querella completa y será en las próximas semanas cuando se determine la responsabilidad de cada una de las partes.
La situación judicial de Isabel Pantoja no es nueva, pero esta vez el asunto tiene un matiz muy distinto. No se trata de cuestiones fiscales o contractuales, sino de su derecho a la intimidad, un ámbito que la cantante considera sagrado. Desde su entorno más cercano aseguran que la difusión de su estado de salud le provocó un enorme impacto emocional, agravando los problemas personales que ya arrastraba y obligándola a retirarse temporalmente de la vida pública. Tras su recuperación, la artista decidió tomar medidas legales “por respeto a sí misma y a su familia”.
El próximo encuentro en los tribunales con Kiko Matamoros promete acaparar titulares. Ambos comparten un largo historial de desencuentros mediáticos, pero esta vez el enfrentamiento trasciende lo televisivo para situarse en un terreno mucho más serio. Pantoja pedirá medio millón de euros de indemnización por cada persona querellada, argumentando que las declaraciones vertidas en programas de televisión causaron daños irreparables a su imagen pública y a su reputación profesional.







