sábado, 25 octubre 2025

Irene Gregori, medium: «Sí, hablo con los muertos… pero también con niños que no han nacido»

Irene Gregori, médium argentina, afirma comunicarse con personas fallecidas y con almas que aún no han nacido. Su testimonio despierta el interés médico y espiritual sobre los límites de la conciencia y la experiencia humana.

La muerte para muchos suele ser un límite, pero Irene Gregori asegura haber aprendido a cruzarlo. Médium, terapeuta alternativa y divulgadora, sostiene que puede comunicarse con personas fallecidas… y también con almas que aún no han llegado a nacer. Sus palabras dividen opiniones entre la fe, la curiosidad y la ciencia. Pero más allá de la controversia, su historia abre interrogantes sobre la conciencia, la energía y los límites de la percepción humana.

Nacida en Rosario, Argentina, Irene comenzó a tener experiencias que definió como “visiones” a los nueve años. Según relata, podía percibir presencias, escuchar voces que le transmitían mensajes y, con el tiempo, aprender a interpretarlas. Hoy, a los 45, se presenta como médium profesional y ofrece sesiones privadas en las que actúa como “canal” entre los vivos y los muertos. Pero su trabajo, asegura, va más allá de lo paranormal: “No se trata solo de hablar con los muertos. También hay almas que esperan encarnar, y muchas veces acompañan a sus futuras madres antes del nacimiento”, explica.

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Entre la fe y la neurociencia

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Desde un punto de vista médico, la mediumnidad se estudia dentro de los fenómenos de percepción extrasensorial o de experiencias alteradas de conciencia. Diversas investigaciones en neurociencia han analizado el cerebro de personas que aseguran tener capacidades mediúmnicas, detectando activaciones distintas en áreas vinculadas a la empatía, la memoria y la imaginación. Sin embargo, no existe evidencia concluyente que confirme la comunicación con el más allá.

Irene conoce bien ese debate. “La ciencia necesita pruebas, y lo entiendo. Yo solo cuento lo que experimento. Hay cosas que no pueden medirse, pero se sienten”, afirma. A lo largo de los años, ha trabajado junto a psicólogos, tanatólogos y especialistas en duelo, integrando sus sesiones con herramientas de acompañamiento emocional. “No reemplazo a la medicina ni a la terapia. Lo que hago es ayudar a quienes necesitan cerrar una historia”, aclara.

Ser medium: El puente invisible entre dos mundos

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Fuente: agencias

En sus encuentros, Irene dice recibir mensajes de personas fallecidas que buscan transmitir paz, perdón o despedidas pendientes. Pero también relata experiencias menos conocidas: la comunicación con almas “en espera”, que según ella se preparan para una nueva vida. “A veces una mujer que no puede quedar embarazada recibe el mensaje de un alma que la está eligiendo. Y meses después, el embarazo ocurre. No siempre, pero a veces sí”, dice.

Desde la mirada médica, estas experiencias pueden interpretarse como procesos de simbolización: una forma de elaborar el duelo, la pérdida o el deseo de maternidad. Sin embargo, Irene insiste en que su práctica no es simbólica, sino real. “Yo solo presto mi voz. Ellos hablan”, asegura.

Más allá de la creencia individual, el fenómeno de la mediumnidad plantea un desafío contemporáneo: cómo dialogan la ciencia y la espiritualidad cuando se trata del misterio más antiguo de todos —la vida después de la muerte—. Y en ese límite difuso, Irene Gregori sigue caminando, convencida de que su tarea no es probar nada, sino acompañar.


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