domingo, 12 octubre 2025

Un arquitecto despeja la gran duda: ¿es mejor comprar una casa nueva o reformar una antigua?​

El mercado inmobiliario español atraviesa un momento complejo. Los precios siguen al alza, la oferta en las grandes ciudades es cada vez más limitada y la demanda se mantiene sólida, impulsada por la necesidad de vivienda y la inversión como refugio financiero. En este contexto, surge una pregunta recurrente: ¿conviene comprar una casa nueva o reformar una vivienda antigua?

La decisión no es sencilla. Las viviendas nuevas ofrecen tecnología y eficiencia energética, mientras que las casas antiguas permiten acceder a barrios consolidados y precios iniciales más bajos. Sin embargo, las reformas pueden implicar tiempo y gastos significativos, y los compradores deben evaluar cuidadosamente todas las variables antes de tomar una decisión.

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Vivienda antigua: ubicación y potencial de reforma

Desarrollo sostenible
Fuente: agencias

Las casas antiguas siguen liderando el mercado español, representando más del 80 % de las operaciones. Su principal atractivo es la localización: barrios consolidados con buena conexión de transporte, colegios y servicios cercanos. Sin embargo, requieren reformas que pueden elevar el coste inicial y prolongar el tiempo hasta tener la vivienda lista para habitar.

El Plan de Recuperación del Gobierno destina fondos europeos a subvenciones para rehabilitación, lo que puede suavizar el esfuerzo económico de los propietarios. Las reformas permiten mejorar instalaciones y eficiencia energética, aunque los costes dependerán del alcance de la intervención y del estado general del edificio.

En ciudades con suelo limitado, como Madrid, Barcelona o Bilbao, la disponibilidad de casas nuevas es escasa, obligando a muchos compradores a mirar hacia la vivienda usada. En cambio, en municipios periféricos o capitales medianas, la obra nueva ofrece precios más competitivos y ventajas en calidad constructiva.

La decisión final dependerá de múltiples factores: desembolso inicial, costes de reforma, valor futuro del inmueble y calidad de vida que cada comprador busca. Tanto la compra de una casa nueva como la reforma de una antigua pueden ser rentables, siempre que se evalúen con detenimiento las necesidades y prioridades de cada hogar.

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