domingo, 12 octubre 2025

Dr. Yoar Corres, psiquiatra: «Si veo una película en familia, disfruto, pero no al 100 %, porque una parte de mí me dice: ‘No estás leyendo, no eres productivo, no estás avanzando en tu proyecto’.»

- El psiquiatra integrativo Yoar Corres defiende una mirada humana de la mente, donde cuerpo, emoción y consciencia van de la mano.

Ser productivo no siempre significa estar en paz. A veces la salud mental no empieza en una receta, sino en una conversación.
Quizá por eso Yoar Corres —psiquiatra y médico formado en la Universidad de Barcelona y especializado en el Hospital Puerta de Hierro de Madrid— se sienta tan alejado de la imagen del “doctor de bata blanca”. Él no observa desde la distancia: se implica, pregunta, escucha y, sobre todo, vive lo que enseña.

Dice que no podría trabajar de otra forma. “No puedo separar lo que aplico a mis pacientes de lo que aplico en mi propia vida.” Habla con calma, con esa mezcla de ciencia y humanidad que se nota en su mirada. En su enfoque, la neurociencia convive con la psicoterapia, la nutrición, el movimiento, el contacto con la naturaleza o el poder del frío. Para él, la salud no se mide solo en síntomas, sino en coherencia.

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“Mi enfoque es integrativo”, explica. “La mente, el cuerpo y la conciencia están entrelazados. No puedes tocar uno sin afectar al otro.”
Su consulta es un laboratorio de bienestar donde la biología se mezcla con la introspección y la vida cotidiana.

Y entre las herramientas que más utiliza hay una que sorprende a muchos: el eneagrama.

El eneagrama: un espejo que muestra quién somos debajo del personaje

productivo
Yoar Corres utiliza el eneagrama como herramienta para explorar la raíz del sufrimiento. Fuente: Canva.

El eneagrama, cuenta Yoar, no es un juego ni una moda espiritual. Es un mapa, un espejo, una brújula que apunta a lo más profundo de nosotros. Sirve para entender cómo cada persona ve el mundo a través de sus heridas y defensas, pero también cómo puede reconciliarse con ellas.

“A mí me gusta llamarlo un mapa con miles de caminos posibles”, dice. “Te ayuda a entender tu cosmovisión, la forma en que interpretas todo lo que te pasa.”
Es una forma de mirarse sin juicio, con curiosidad y ternura.

El problema, añade, es que los mecanismos que nos ayudaron a sobrevivir de niños terminan endureciéndose con los años. “El ego se convierte en una especie de armadura: te protege, pero también te encierra.”
Muchos llegan a su consulta con esa armadura tan soldada que ya no recuerdan quiénes son debajo.

“Es paradójico”, reflexiona. “Lo que un día te salvó, más tarde te hace daño.” Habla con calma, sin dramatismos. Lo compara con el duca budista, ese malestar que nace del apego. “Un eneatipo tres, por ejemplo —como Cristiano Ronaldo—, sufre por el deseo infinito de superarse. Es motivador, sí, pero también agotador, porque nunca es suficiente. Nunca.”
“Si siempre quieres más, no disfrutas nada, porque siempre quieres más.”

Mirar la sombra sin miedo también es ser productivo

Mente cuerpo y alma Merca2.es
Su enfoque integrativo combina neurociencia, psicoterapia y hábitos de vida conscientes. Fuente: Canva.

Para Yoar, el primer paso hacia el cambio es atreverse a mirar la sombra. “Tomar consciencia es incómodo, pero liberador”, asegura.
El problema —dice— es que la mayoría de las personas viven en piloto automático. Cuando alguien por fin se da cuenta de sus patrones, suele caer en la trampa de querer cambiarlos a la fuerza. “No funciona así. La mente racional no puede luchar contra los mecanismos inconscientes. Es un esfuerzo titánico que solo genera frustración.”
“Queremos controlar la mente con la mente, y eso es como apagar un fuego con gasolina.”

Entonces, ¿qué hacer? Él propone caminos más suaves, más sensoriales. “La catarsis emocional, por ejemplo. A veces una conversación sincera, una pérdida o una experiencia corporal intensa pueden actuar como un pequeño terremoto que recoloca todo.”
“A veces, cuando el cuerpo se atreve a sentir, la mente por fin entiende.”

También habla del Yoganidra, una práctica de relajación profunda que utiliza mantras para reprogramar creencias. “Cuando el cuerpo se calma, la mente por fin escucha”, dice en voz baja, como quien sabe de lo que habla.

Vivir sin depender del sostén

El mapa del ego Merca2.es
La libertad, dice Corres, comienza cuando dejamos de identificarnos con el personaje. Fuente: Canva.

Su manera de entender la vida bebe del estoicismo, aunque con un matiz importante. “No busco la perfección, busco sufrir menos.”
En un mundo que idolatra la productividad y la autoexigencia, suena casi revolucionario.

“El ideal no es dejar de sentir”, explica. “Es vivir sin depender de los logros, de la aprobación o incluso de la espiritualidad como sostén. Integrar no es cambiar quién eres, es aprender a no necesitar nada externo para sentirte en paz.”
“La verdadera libertad es no necesitar que nada te sostenga.”

Hace una pausa antes de continuar. “Al final, el trabajo sobre uno mismo dura toda la vida. Pero eso no es algo malo. Es, precisamente, lo que hace que valga la pena.”
Y uno siente que lo dice desde la experiencia, no desde los libros.
Porque para Yoar Corres, la salud mental no se enseña: se encarna.

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