En los últimos años, España ha sido escenario de fenómenos extremos como la DANA, que han puesto a prueba a los equipos de emergencias y, en especial, a la Unidad Militar de Emergencias (UME). Sanz, ex-capitán del ejército español, recuerda esos momentos con una mezcla de disciplina profesional y emoción personal. Su testimonio ofrece una mirada humana sobre la dureza de actuar en situaciones que, como él mismo afirma, “sobrepasan todos los límites”.
Desde inundaciones por la DANA hasta la crisis sanitaria del COVID-19, Sanz relata cómo la UME tuvo que enfrentarse no solo a catástrofes naturales, sino también a escenarios desconocidos que marcaron un antes y un después en la historia reciente del país.
1La DANA y el reto de estar siempre listos

La DANA ha sido una de las situaciones más complejas a las que se ha enfrentado la UME. Estos episodios de lluvias torrenciales desatan inundaciones repentinas que arrasan poblaciones enteras, poniendo en riesgo vidas, viviendas e infraestructuras. Para intervenir, explica Sanz, se requiere un proceso administrativo en el que las autoridades locales deben solicitar la ayuda al Gobierno, y este, a su vez, activa a la UME.
Cuando llega la orden, los equipos se movilizan en cuestión de minutos. “La gente está con la mochila preparada, esperando el ‘go’”, aseguró el ex-capitán en el canal de YouTube @Hablemos de Profesiones. El despliegue depende de la época del año y del tipo de riesgo. En verano, el foco está en incendios forestales; en primavera, en inundaciones causadas por la DANA; en invierno, en nevadas. Todo está previsto para reaccionar con rapidez.