La Semana Santa de Plasencia acaba de alcanzar un logro histórico que pocos habrían imaginado tan pronto: la declaración como Fiesta de Interés Turístico Nacional. Este reconocimiento simboliza el esfuerzo colectivo de la ciudad y la determinación de su alcalde Fernando Pizarro, que se convirtió en la pieza clave para que la tradición placentina recibiera finalmente el reconocimiento que merecía. Cada procesión, cada cofradía y cada rincón del casco histórico forman ahora parte de un patrimonio cultural de primer nivel, visible para toda España.
No se trata únicamente de un título oficial, sino que es un triunfo que llega tras un camino lleno de obstáculos. Tras la denegación del año pasado, la gestión directa del alcalde permitió superar los criterios exigidos, logrando que la Semana Santa placentina pasara de ser una aspirante a convertirse en referente nacional. La emoción recorre las calles y plazas, y el orgullo local se siente en cada paso y trono que desfila por la ciudad.
EL INTENTO FALLIDO Y LOS OBSTÁCULOS DEL PASADO
En 2021, las diez hermandades que forman la Unión de Cofradías de Plasencia, con el apoyo de la Hermandad de la Pasión, iniciaron el procedimiento para solicitar la declaración de Interés Turístico Nacional para la Semana Santa de Plasencia. El Ayuntamiento se sumó un año después, pero la Secretaría de Estado del Ministerio de Turismo denegó la solicitud, citando la falta de impactos relevantes en medios de comunicación nacionales. La noticia cayó como un jarro de agua fría entre los ciudadanos y cofrades.
Según explicó el presidente de la Unión de Cofradías, Juan Pedro Fuentes, se enviaron 25 impactos de prensa, superando el mínimo requerido, pero muchos fueron considerados no relevantes por el Ministerio. Esta decisión fue vista por las cofradías como un criterio subjetivo y poco claro, y aunque presentaron un recurso con más documentación, los nuevos impactos no fueron incorporados por no haberse presentado en el periodo de solicitud. Este revés convirtió el camino hacia la declaración en un auténtico desafío administrativo y emocional.
FERNANDO PIZARRO, EL MOTOR DEL TRIUNFO

El éxito conseguido este año no se entiende sin la figura del alcalde Fernando Pizarro. Su liderazgo permitió coordinar a cofradías, instituciones y ciudadanía para superar los obstáculos que detuvieron la solicitud anterior, asegurándose de que todos los requisitos estuvieran completos y correctamente cumplidos. Su papel fue decisivo para transformar un proyecto estancado en un logro tangible y nacional.
Más allá de la burocracia, Pizarro fomentó la participación activa de los placentinos y el compromiso de las cofradías. Gracias a su gestión, la Semana Santa placentina se consolidó como un referente turístico y cultural, mostrando cómo una administración municipal puede convertirse en motor de promoción de la identidad local. El reconocimiento logrado este año es, sin duda, un triunfo personal y colectivo que enorgullece a toda la ciudad.
LA FUERZA DE LA COMUNIDAD Y LAS COFRADÍAS
La Semana Santa de Plasencia no sería posible sin la implicación de sus doce cofradías y hermandades penitenciales, que han trabajado durante años para mantener viva la tradición. El vínculo entre estas entidades y la población refuerza la cohesión social, y cada procesión se convierte en un acto donde la devoción y la identidad local se expresan con intensidad. La pasión de los ciudadanos por su Semana Santa es un factor decisivo que atrajo finalmente la atención nacional.
Además, la colaboración entre Ayuntamiento, cofradías y voluntarios garantiza que cada detalle esté cuidado al máximo. La coordinación meticulosa asegura que las procesiones, los pasos y tronos mantengan un alto nivel de calidad, proyectando a Plasencia como un ejemplo de organización y compromiso cultural. Esta unión fue clave para cumplir con los criterios del Ministerio y obtener la declaración de Fiesta de Interés Turístico Nacional.
UN ESCENARIO ÚNICO QUE EMOCIONA
La belleza de la Semana Santa de Plasencia se multiplica gracias a su escenario histórico: un casco antiguo declarado Bien de Interés Cultural. Las calles empedradas, plazas y monumentos centenarios proporcionan un marco incomparable, que convierte cada procesión en un espectáculo visual y emocional difícil de olvidar. La arquitectura y la historia de Plasencia se fusionan con la tradición, haciendo que la experiencia sea inolvidable para locales y visitantes.
Este patrimonio urbano no solo embellece la celebración, sino que también le da profundidad y significado. La riqueza histórica de Plasencia dota a la Semana Santa de un carácter único, donde cada desfile parece narrar siglos de historia y devoción. Los pasos recorren un escenario vivo, y cada detalle, desde el sonido de las marchas hasta la luz de los cirios, contribuye a crear un espectáculo que emociona a todos.
EL RECONOCIMIENTO Y SUS NUEVAS OPORTUNIDADES
Con la declaración de Fiesta de Interés Turístico Nacional, la Semana Santa de Plasencia se suma a las 164 fiestas españolas que cuentan con esta distinción, siendo la novena en Extremadura. Este reconocimiento proyecta a Plasencia como un destino cultural y turístico de primer nivel, capaz de atraer visitantes, inversión y atención mediática, consolidando su reputación como ciudad de patrimonio y tradición.
El logro también demuestra la importancia del liderazgo y la perseverancia. Gracias a la gestión de Fernando Pizarro y al compromiso de la ciudadanía, la Semana Santa garantiza un futuro lleno de prestigio y atractivo, donde tradición, turismo y cultura se dan la mano. Cada procesión recorre calles llenas de historia, cada cofradía despliega su pasión y cada placentino vive con orgullo su legado, mostrando que la unión de esfuerzos puede convertir un sueño en realidad.