Las pasiones, los temores y los secretos vuelven a encenderse en el palacio de La Promesa, donde todo gesto y palabra significan consecuencia sin remedio. En este nuevo capítulo, los personajes se verán envueltos en dilemas que van a poner a prueba su determinación, su deber y hasta su capacidad de resistir el empuje de los más fuertes. Lo que quien asiste a este nuevo capítulo título pudo pensar como un episodio habitual, se transforma en suceso a suceso que contiene y reproduce lo que son riesgos, valentía y pura imprudencia, dibujando un cuadro que puede llegar a desquiciar y a desplazar a la familia Luján y sus secuaces.
1CURRO PAGA EL PRECIO DE LA VALENTÍA EN LA PROMESA

El juvent del joven Curro llega a un punto sin retorno. Cansado de la tiranía y del constante miedo, decide, en modo irreversible, delatar al capitán Lorenzo frente al sargento Burdina. La voluntad de enfrentarse a una autoridad tan poderosa responde a la madurez y desesperación de un personaje que ya no puede aguantar más.
La situación no obedece a un simple arranque, sino a un acto voluntario que puede tener consecuencias irreversibles, tanto para él como para quienes lo rodean. El espectador percibe la angustia de esta situación: el eco de los pasos del joven hacia la autoridad militar es el eco de, al mismo tiempo, una ruptura con el silencio y con la obediencia.
El joven Curro sabe que sus palabras tienen el poder de abrir una investigación formal que puede dar al traste con el capitán pero sabe también que el hombre que tiene enfrente no conoce límites. La tensión narrativa crece porque, a medida que comprendemos cómo con la acción de Curro nada volverá a ser igual en palacio.