martes, 2 septiembre 2025

«No se lo merecían»: Fran Perea (‘Marcos’ en Los Serrano) sentencia 15 años después sobre el polémico final de la serie

El final de 'Los Serrano' sigue siendo una herida abierta para toda una generación de españoles. Ahora, uno de sus protagonistas más icónicos ha puesto palabras al sentimiento de decepción de millones.

La opinión de Fran Perea sobre el final de Los Serrano resuena quince años después como un eco de la incredulidad que sintió toda España frente al televisor aquella noche de julio de 2008. Muchos lo pensamos en su día, pero que lo diga él, el mismísimo Marcos Serrano, tiene un peso especial. Aquella resolución fue un jarro de agua fría, un truco de guion que nos dejó con cara de póquer, porque el polémico desenlace de la serie fue una decisión que traicionó la confianza del espectador.

Aquel despertar de Diego Serrano (Antonio Resines) que lo convertía todo en un sueño fue una bomba narrativa. Un recurso que borró de un plumazo ocho temporadas de risas, dramas y amores que nos tuvieron pegados al sofá semana tras semana. Las recientes palabras del actor y cantante no hacen más que confirmar esa sensación de vacío que quedó, ya que la resolución del ‘sueño’ invalidó el desarrollo emocional de todos los personajes y la inversión afectiva de la audiencia. Y, según él, no había ninguna necesidad.

Publicidad

EL FINAL QUE ROMPIÓ ESPAÑA

YouTube video

Pocas series han marcado tanto a una generación como Los Serrano. Era un fenómeno que trascendía la pantalla, con sus canciones, sus frases hechas y unos personajes que sentíamos como de la familia. Por eso, el impacto del capítulo final fue tan brutal. Ver a un Diego Serrano canoso despertar junto a una Belén Rueda idéntica al primer día, para descubrir que todo había sido un sueño, fue desconcertante. Para muchos, millones de espectadores se sintieron estafados por un giro de guion tan abrupto que restaba valor a todo lo vivido.

El problema no fue el recurso en sí, sino lo que implicaba. Significaba que la muerte de Lucía, el crecimiento de los niños, las idas y venidas de Fiti y Candela, y el amor prohibido entre Marcos y Eva nunca habían ocurrido. Todo se desvaneció en un segundo. La serie había construido un universo con el que el público había conectado profundamente, y por eso la audiencia merecía un cierre coherente con el viaje emocional de los personajes, un desenlace que respetara su propia historia en lugar de anularla.

LA VOZ CRÍTICA DESDE DENTRO

Que un actor critique abiertamente una producción que le dio la fama no es habitual. Pero Fran Perea siempre ha sido honesto con sus sentimientos respecto a la serie que le catapultó al estrellato. Sus declaraciones no suenan a rencor, sino a una defensa de la historia y, sobre todo, del público. Él, que vivió el fenómeno desde dentro, entiende perfectamente la magnitud de la decepción. Sus palabras, «no se lo merecían», reflejan un profundo respeto por la audiencia que les hizo triunfar y que les acompañó fielmente durante cinco largos años.

El «no se lo merecían» es una doble sentencia. Por un lado, se refiere a los personajes. Marcos, Eva, Guille, Teté… todos habían evolucionado, habían sufrido y amado. Merecían un final a la altura de sus arcos narrativos. Por otro lado, y más importante, se refiere a los fans. Millones de personas que invirtieron su tiempo y sus emociones. Las palabras de Fran Perea validan ese sentimiento de orfandad, porque los personajes merecían un cierre coherente con su trayectoria vital, no una vuelta a la casilla de salida.

¿HUBO OTRAS OPCIONES SOBRE LA MESA?

YouTube video

Cerrar una serie de éxito masivo es una de las tareas más difíciles para un equipo de guionistas. La expectación es máxima y el riesgo de decepcionar es enorme. La tentación de buscar un final original, rompedor y que pase a la historia es muy grande. El «sueño de Resines» fue, sin duda, una apuesta arriesgada que buscaba sorprender. Sin embargo, la sorpresa se convirtió en indignación, porque el equipo creativo optó por un giro impactante en lugar de una conclusión satisfactoria para las tramas abiertas.

Probablemente se barajaron otras ideas, pero la del sueño se impuso por su capacidad para generar debate. Lo que quizás no calcularon fue la naturaleza de ese debate. No se habló de su ingenio, sino de su pereza. Fue percibido como la salida fácil para no tener que cerrar tramas complejas. Y las declaraciones de Fran Perea alimentan esa teoría, la de que se podría haber hecho de otra manera, con más cariño. El intérprete malagueño lo tiene claro: la decisión creativa sacrificó la coherencia narrativa en favor del impacto mediático.

EL LEGADO DE ‘LOS SERRANO’ MÁS ALLÁ DEL DESENLACE

A pesar de todo, sería injusto que Los Serrano fuera recordada únicamente por su controvertido final. La serie fue un huracán televisivo que batió récords de audiencia y se convirtió en un pilar de la cultura popular española de los 2000. La química entre el reparto era innegable, y personajes como Fiti, Santiago o Diego se instalaron en el imaginario colectivo. El propio Fran Perea se convirtió en un ídolo de masas, y su «Uno más uno son 7» fue la banda sonora de toda una generación.

El hecho de que, quince años después, sigamos hablando de su final, demuestra la huella que dejó. La gente solo discute con tanta pasión sobre aquello que le importó de verdad. Los Serrano consiguió algo muy difícil: crear una conexión emocional real con el público. La serie es recordada con un cariño inmenso, a pesar de la herida del último capítulo. Quizás **el verdadero legado de la serie es la capacidad de sus personajes para conectar con el público, un vínculo que ni siquiera un mal final pudo destruir por completo, algo que el propio *Fran Perea* reconoce.

«NO SE LO MERECÍAN»: LA SENTENCIA DEFINITIVA

YouTube video

Las reflexiones de Fran Perea no reescriben la historia, pero sí le ponen un epílogo moral. Su posicionamiento es claro: fue un error. Un error que, en su opinión, manchó un trabajo del que todos se sentían muy orgullosos. Habla desde la perspectiva de quien dio vida a uno de los protagonistas y sintió en su propia piel el cariño del público. Por eso sus palabras tienen tanto valor, porque el actor malagueño habla tanto en nombre del elenco como de los seguidores de la serie, que vieron cómo su historia se desvanecía.

Al final, el tiempo ha puesto las cosas en su sitio. La polémica ha quedado como una anécdota, un caso de estudio de lo que no se debe hacer al cerrar una historia. El cariño por los personajes y por lo que representaron sigue intacto. Las palabras de Fran Perea cierran el círculo, validando a esa audiencia que se sintió un poco huérfana aquella noche de verano. Y al hacerlo, paradójicamente, ayuda a sanar la herida, recordándonos por qué, a pesar de todo, quisimos tanto a esa familia tan caótica y entrañable.


Publicidad