sábado, 16 agosto 2025

Codorniz perfecta en casa: el truco definitivo que hará que no vuelvas a cocinar pollo

La codorniz tiene algo que enamora desde el primer bocado. Quizá sea su carne tierna y jugosa, o ese punto salvaje que recuerda a la caza menor, pero lo cierto es que, cuando se cocina bien, es capaz de eclipsar a cualquier ave de corral. Pocos saben que esta pequeña joya gastronómica fue un manjar reservado a reyes y nobles durante siglos. Hoy, por suerte, cualquiera puede llevarla a su mesa sin dejarse el sueldo en el intento.

Y no, no estamos hablando de platos sofisticados imposibles de reproducir en casa. La receta de codornices asadas o fritas es tan sencilla como deliciosa, y no exige más que unos pocos ingredientes de calidad y ganas de disfrutar. Es un plato que invita a comer con las manos, a mojar pan sin remordimientos y a saborear cada minuto de la experiencia. Si ya te está entrando hambre, espera a descubrir todo lo que hay detrás de este clásico que nunca pasa de moda.

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ASADAS: PACIENCIA Y BUEN HORNO

Fuente: Freepik

Preparar codornices al horno es tan simple que parece mentira que el resultado sea tan espectacular. Se colocan en una fuente, se rocían con aceite de oliva, ajo picado, sal y, si apetece, un toque de vino blanco. Unos 25 minutos a 200 grados suelen ser suficientes para que estén doradas por fuera y tiernas por dentro. Conviene regarlas con su propio jugo a mitad de cocción para que no se sequen.

Un truco heredado de las abuelas es añadir unas ramas de tomillo o romero en la bandeja. Estas hierbas aromáticas impregnan la carne con un perfume irresistible y casan a la perfección con el sabor suave de la codorniz. Acompañar con pan de pueblo para aprovechar la salsa es casi obligatorio.


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