martes, 12 agosto 2025

¿Cuánto cobra un preso por trabajar en la cárcel? Así son los sueldos y condiciones en las prisiones de España

Cárcel y dinero no suelen ir en la misma frase, pero en España, sí, los presos cobran por trabajar. La imagen que tenemos de la vida entre rejas dista mucho de la realidad diaria de muchos internos, que lejos de pasar el día sin hacer nada, asumen empleos con horarios, obligaciones y, sí, con un sueldo. Los reclusos que desempeñan una labor dentro del centro penitenciario reciben una remuneración regulada por el Estado. No es una cifra que enriquezca a nadie, pero genera un debate cada vez más vivo: ¿deberían cobrar más? ¿menos? ¿nada?

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Saber cuánto gana un preso en las cárceles de España es adentrarse en un sistema tan complejo como desconocido. Porque no todos los internos trabajan, ni todos los trabajos están pagados igual. El sueldo depende del tipo de tarea, la categoría asignada y el convenio vigente con la Administración Penitenciaria. Entre planchar uniformes, fregar comedores, empaquetar material o limpiar módulos, algunos reclusos se ganan cada euro con esfuerzo. Pero lo cierto es que los ingresos no siempre alcanzan ni para mantener una vida digna entre barrotes.

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¿A QUÉ SE DEDICA UN RECLUSO CON SUELDO?

Fuente: Freepik

El abanico de trabajos dentro de la cárcel es sorprendentemente amplio. Desde tareas de lavandería hasta mantenimiento de zonas comunes, pasando por cocina, reciclaje, gestión de almacenes o incluso producción industrial para empresas externas. Algunas cárceles tienen convenios con compañías privadas que instalan pequeños talleres dentro del recinto. Eso permite diversificar tareas y ofrecer más empleos, aunque con sueldos igual de ajustados.

También hay internos que acceden a formación laboral o estudian mientras trabajan. Esto no siempre genera ingresos, pero puntúa en su historial penitenciario y puede ayudar en permisos o futuras reducciones de condena. El trabajo se valora no solo como medio económico, sino como parte de la reinserción. Y aunque eso suena bonito, no siempre se traduce en un futuro laboral claro fuera de prisión.


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