Cárcel y dinero no suelen ir en la misma frase, pero en España, sí, los presos cobran por trabajar. La imagen que tenemos de la vida entre rejas dista mucho de la realidad diaria de muchos internos, que lejos de pasar el día sin hacer nada, asumen empleos con horarios, obligaciones y, sí, con un sueldo. Los reclusos que desempeñan una labor dentro del centro penitenciario reciben una remuneración regulada por el Estado. No es una cifra que enriquezca a nadie, pero genera un debate cada vez más vivo: ¿deberían cobrar más? ¿menos? ¿nada?
Saber cuánto gana un preso en las cárceles de España es adentrarse en un sistema tan complejo como desconocido. Porque no todos los internos trabajan, ni todos los trabajos están pagados igual. El sueldo depende del tipo de tarea, la categoría asignada y el convenio vigente con la Administración Penitenciaria. Entre planchar uniformes, fregar comedores, empaquetar material o limpiar módulos, algunos reclusos se ganan cada euro con esfuerzo. Pero lo cierto es que los ingresos no siempre alcanzan ni para mantener una vida digna entre barrotes.
2LOS SUELDOS SON LEGALES, PERO BAJOS

La pregunta del millón: ¿cuánto gana un preso en España por su trabajo? La respuesta rápida es que muy poco. Aunque varía según el tipo de puesto, lo habitual es que cobren entre 200 y 400 euros al mes. El sueldo mínimo está fijado por el convenio colectivo con el organismo estatal Trabajo Penitenciario y Formación para el Empleo. Sí, existe un convenio. Sí, es legal. Y sí, es tremendamente modesto.
Estos salarios, aunque escasos, no están exentos de impuestos. Los internos que trabajan tienen una nómina, cotizan a la Seguridad Social y acumulan antigüedad. De ese dinero se deduce también un porcentaje para cubrir posibles responsabilidades civiles o indemnizaciones. Es decir, el dinero que reciben es limpio, pero no íntegro. Muchos ven menos de la mitad en sus cuentas internas.