Pocas recetas evocan tanto el sabor del hogar como unas buenas albóndigas con patatas. Es uno de esos platos que no necesitan presentación, que se explican solos con el aroma que sale de la cazuela y que despiertan recuerdos casi universales: la abuela con el delantal puesto, el pan mojado en la salsa, los «mmm» silenciosos en cada bocado, y ese placer puro que nos recuerda que la cocina, antes que todo, es amor.
Pero no te dejes engañar: aunque parezca humilde, esta receta es todo un clásico culinario con historia, técnica y mucho potencial creativo. Vamos a conocerla mejor, a cocinarla con mimo y a descubrir todo lo que estas pequeñas joyas redondas pueden ofrecerte. ¡Prepárate para disfrutar!
2🧾 Ingredientes: lo que necesitas para 4 comensales felices

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Para las albóndigas:
- 500 g de carne picada (puede ser mixta: ternera y cerdo)
- 1 huevo
- 2 dientes de ajo picados
- Un puñado de perejil fresco picado
- 50 g de pan del día anterior o pan rallado
- Un chorrito de leche (para remojar el pan)
- Sal y pimienta al gusto
- Harina (para rebozar)
Para la salsa:
- 1 cebolla grande
- 2 dientes de ajo
- 1 zanahoria
- 1 hoja de laurel
- 200 ml de vino blanco
- 500 ml de caldo de carne (o agua con una pastilla de caldo)
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal y pimienta
Para las patatas:
- 3–4 patatas medianas
- Aceite para freír
- Sal
👉 Opcional:
- Un poco de comino, pimentón dulce o nuez moscada para aromatizar la carne
- Guisantes (para añadir a la salsa)
- Un chorrito de tomate frito para enriquecer el sofrito