La lasaña sin gluten es mucho más que un simple plato para quienes buscan alternativas saludables y seguras. Es la receta que puede unir a toda la familia sin miedo a los problemas digestivos, transformando un clásico italiano en un disfrute para todos. Muchos creen que eliminar el gluten significa renunciar al sabor y la textura, pero esta versión demuestra todo lo contrario con un resultado sorprendentemente delicioso y reconfortante.
Poner sobre la mesa una lasaña apta para celíacos abre la puerta a disfrutar de un plato lleno de tradición sin preocupaciones. Se trata de una solución culinaria que mantiene toda la esencia del original, pero adaptada para quienes necesitan cuidar su alimentación. Descubre cómo, con algunos trucos, puedes preparar una lasaña sin gluten que conquiste tanto a expertos en cocina como a los más pequeños de la casa.
3PASO A PASO: TU LASAÑA SIN GLUTEN PERFECTA

Comienza preparando la pasta sin gluten mezclando las harinas, huevos y un chorrito de agua hasta obtener una masa homogénea y manejable. Estira la masa con rodillo hasta dejarla muy fina y corta placas que se ajusten a tu fuente. Cocínalas en agua hirviendo con sal apenas dos minutos para que mantengan firmeza; luego refréscalas en agua fría. Mientras tanto, elabora la salsa boloñesa sofríendo cebolla, zanahoria y apio; añade la carne y el tomate para dejar que la mezcla reduzca a fuego lento.
Montar la lasaña correctamente es fundamental para el éxito. Alternando capas de salsa boloñesa, placas de pasta, bechamel y queso, lograrás un equilibrio perfecto entre textura y sabor. Repite la secuencia hasta cubrir la fuente y termina con una generosa capa de queso rallado. Hornea a 180 grados centígrados hasta que la superficie se dore y quede crujiente. Dejar reposar unos minutos antes de servir hará que las capas se asienten y faciliten el corte.