Olvida las papas fritas, las galletas ultraprocesadas o esas barritas que prometen salud pero saben a cartón. Si buscas un snack realmente saludable, crujiente, lleno de sabor y que te haga sentir como un auténtico chef saludable… llegó el momento de hablar de los garbanzos especiados en freidora de aire.
Sí, esos humildes garbanzos que probablemente asocias con el cocido de la abuela o un hummus hipster ahora se reinventan como un bocado crujiente, especiado y adictivo. Lo mejor de todo: se preparan en menos de 20 minutos, sin una gota de remordimiento y con miles de posibilidades de sabor. Vamos a destripar su historia, preparar la receta, explorar variaciones y aprender cómo convertirlos en la estrella de tus picoteos o aperitivos.
1🧆 Historia breve del garbanzo: del cocido a TikTok

Los garbanzos son legumbres con una historia milenaria. Se han encontrado restos arqueológicos en el Creciente Fértil que datan de hace más de 7.000 años. En la antigua Roma, ya se consideraban un alimento esencial, y en la Edad Media eran moneda corriente en los mercados de todo el Mediterráneo.
En el mundo hispano, el garbanzo es protagonista del cocido madrileño, la olla gitana, los potajes y muchísimos platos de cuchara. Pero con la revolución saludable y la globalización gastronómica, el garbanzo ha dejado de ser solo un ingrediente de guisos para convertirse en base de cremas, ensaladas, harinas… ¡y snacks!
¿Sabías que en la India y en Oriente Medio ya se consumen garbanzos tostados como aperitivo desde hace siglos? En países como Turquía o Irán, los garbanzos tostados —conocidos como «leblebi»— son un clásico para acompañar el té. Y ahora, con la magia de la freidora de aire, estos bocados crujientes vuelven a escena con una textura impecable, mucho más sana que fritos y con todo el sabor que quieras darles.