Hay platos que parecen una caricia en forma de comida. Otros que reconfortan como una manta en una tarde de lluvia. Y luego está la crema de espinacas gratinadas al horno, que logra reunir lo mejor de ambos mundos en un solo bocado: el sabor vegetal y lleno de vida de las espinacas, con la indulgente cobertura dorada y crujiente del queso fundido al horno.
Esta receta es el puente perfecto entre la comida saludable y el placer reconfortante. Se cocina con cariño, se sirve caliente y se come con cuchara, tenedor o directamente con pan. ¿Quieres conocer su historia, cómo prepararla paso a paso, ideas para variarla y con qué acompañarla? Pasa, ponte cómodo y deja que te lo cuente todo.
6🍷 ¿Y para beber? Maridaje y acompañamientos

La crema de espinacas gratinada, aunque ligera, tiene profundidad gracias al queso y la bechamel. Aquí van algunas ideas para acompañarla:
🥖 Acompañamientos
- Pan rústico tostado con ajo
- Croutons al horno con hierbas provenzales
- Ensalada fresca con vinagreta de mostaza
- Arroz blanco como base (tipo “gratinado de arroz con espinacas”)
- Hojas verdes aliñadas con limón y aceite
🍷 Maridaje
- Vino blanco seco (Verdejo, Sauvignon Blanc, Chardonnay sin barrica)
- Rosado fresco
- Cerveza tipo pilsner o lager suave
- Agua con gas y rodaja de limón, si prefieres una opción sin alcohol pero elegante