Hay platos que parecen una caricia en forma de comida. Otros que reconfortan como una manta en una tarde de lluvia. Y luego está la crema de espinacas gratinadas al horno, que logra reunir lo mejor de ambos mundos en un solo bocado: el sabor vegetal y lleno de vida de las espinacas, con la indulgente cobertura dorada y crujiente del queso fundido al horno.
Esta receta es el puente perfecto entre la comida saludable y el placer reconfortante. Se cocina con cariño, se sirve caliente y se come con cuchara, tenedor o directamente con pan. ¿Quieres conocer su historia, cómo prepararla paso a paso, ideas para variarla y con qué acompañarla? Pasa, ponte cómodo y deja que te lo cuente todo.
5🍽️ Variaciones para todos los gustos

La crema de espinacas gratinada es tan versátil que acepta todo tipo de añadidos y giros creativos:
🥓 Con bacon o jamón
Saltea unos taquitos de bacon o jamón serrano y agrégalos a la mezcla antes del gratinado. Le dan un toque umami y salado muy sabroso.
🍄 Con champiñones
Láminas de champiñones salteadas dan un extra de textura y sabor. Puedes combinarlas con un chorrito de vino blanco en la cocción.
🥚 Con huevo escalfado
Sirve la crema con un huevo poché encima y gratina solo el queso. Al romper la yema, tendrás una explosión cremosa inolvidable.
🌱 Opción vegana
Usa bebida vegetal sin azúcar (soja o avena), margarina vegetal en vez de mantequilla y un queso vegano rallado o levadura nutricional para gratinar.
🧅 Con cebolla caramelizada
Una capa de cebolla caramelizada en el fondo del recipiente antes de echar la crema es un regalo para el paladar.