Hay platos que parecen una caricia en forma de comida. Otros que reconfortan como una manta en una tarde de lluvia. Y luego está la crema de espinacas gratinadas al horno, que logra reunir lo mejor de ambos mundos en un solo bocado: el sabor vegetal y lleno de vida de las espinacas, con la indulgente cobertura dorada y crujiente del queso fundido al horno.
Esta receta es el puente perfecto entre la comida saludable y el placer reconfortante. Se cocina con cariño, se sirve caliente y se come con cuchara, tenedor o directamente con pan. ¿Quieres conocer su historia, cómo prepararla paso a paso, ideas para variarla y con qué acompañarla? Pasa, ponte cómodo y deja que te lo cuente todo.
3🧑🍳 Paso a paso: del campo al horno

🔪 1. Preparar las espinacas
Lava bien las espinacas frescas y retira los tallos más duros. Si usas espinacas congeladas, descongélalas y escúrrelas bien. Pon agua a hervir con una pizca de sal y escáldalas durante 2 minutos. Luego pásalas a un bol con agua fría para cortar la cocción y conservar su color verde intenso. Escúrrelas de nuevo y resérvalas.
🧅 2. Pochar los aromáticos
En una sartén grande, calienta el aceite de oliva con la mantequilla. Añade la cebolla picada muy fina y sofríe a fuego medio hasta que esté transparente. Incorpora el ajo picado y remueve un minuto más sin que se queme.
🥄 3. El roux, la base mágica
Añade la harina a la sartén y cocina removiendo con una cuchara de madera durante 2-3 minutos para que pierda el sabor crudo. Luego, poco a poco, incorpora la leche caliente sin dejar de remover. La mezcla debe ir espesando hasta obtener una bechamel ligera. Puedes añadir también la nata si te apetece una textura más rica.
🌿 4. Incorporar las espinacas
Agrega las espinacas escurridas a la bechamel y mezcla bien. Cocina todo junto durante unos 5 minutos, removiendo de vez en cuando. Sazona con sal, pimienta y un toque de nuez moscada.
🧀 5. Montaje y gratinado
Precalienta el horno a 200 °C con grill. Vierte la crema de espinacas en una fuente apta para horno (o en recipientes individuales si quieres un toque más chic). Espolvorea el queso rallado por encima generosamente. Si te gusta el toque crujiente, añade también una cucharadita de pan rallado.
Gratina durante 8-10 minutos o hasta que la superficie esté dorada y burbujeante. ¡No te despistes, que pasa de dorado a quemado en un parpadeo!