Hay platos que parecen una caricia en forma de comida. Otros que reconfortan como una manta en una tarde de lluvia. Y luego está la crema de espinacas gratinadas al horno, que logra reunir lo mejor de ambos mundos en un solo bocado: el sabor vegetal y lleno de vida de las espinacas, con la indulgente cobertura dorada y crujiente del queso fundido al horno.
Esta receta es el puente perfecto entre la comida saludable y el placer reconfortante. Se cocina con cariño, se sirve caliente y se come con cuchara, tenedor o directamente con pan. ¿Quieres conocer su historia, cómo prepararla paso a paso, ideas para variarla y con qué acompañarla? Pasa, ponte cómodo y deja que te lo cuente todo.
2🛒 Ingredientes para 4 personas

Esta receta es tan flexible como sabrosa. Puedes ajustar proporciones o sustituir ingredientes según gustos y disponibilidad. Aquí te va una versión base deliciosa:
Ingredientes principales:
- 500 g de espinacas frescas (también puedes usar congeladas)
- 1 cebolla dulce o chalota
- 1 diente de ajo
- 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- 30 g de mantequilla
- 2 cucharadas de harina (unos 30 g)
- 400 ml de leche entera (o bebida vegetal sin azúcar)
- 100 ml de nata para cocinar (opcional, da cremosidad extra)
- 100 g de queso rallado (gruyère, emmental, parmesano o una mezcla)
- Sal, pimienta y nuez moscada al gusto
- Pan rallado (opcional, para un gratinado más crujiente)