Con el calor apretando y la nevera pidiendo un respiro fresco, el gazpacho envasado se presenta como salvavidas. Sin embargo, elegir a ciegas puede jugarnos una mala pasada: la OCU ha analizado 39 gazpachos refrigerados y ha detectado diferencias abismales entre ellos. Mientras algunos saben a tomate fresco y hierbas, otros pesan como agua con colorante y sabor artificial.
Elegir bien no es cuestión de precio, sino de mirar más allá de la etiqueta y fiarse de la puntuación de expertos. Con el informe en la mano, descubrimos qué marcas conviene evitar para no llevar a casa un impostor sin apenas nutrientes y cuánto difiere un auténtico gazpacho de esos sucedáneos anodinos.
9Animarse a lo casero: receta expres

Nada sustituye a un gazpacho recién hecho en casa: la OCU lo sabe. Con un kilo de tomates maduros, medio pepino, un pimiento verde, un diente de ajo, un chorrito de vinagre y 4 cucharadas de aceite de oliva virgen extra, se logra un gazpacho de fama. En cinco minutos de batidora tienes una crema brillante, sabrosa y sin trampas.
Diariamente, ese simple gesto evita la compra de envases y asegura control total sobre los ingredientes. Además, permite ajustar sal, picante o acidez a tu gusto. Cada verano, el gazpacho casero se convierte en ejercicio de amor propio y respeto al paladar.