Telefónica, Deutsche Telekom, Orange, y el resto de las grandes telecos europeas han dado un nuevo golpe sobre la mesa para pedir a las autoridades comunitarias un «restablecimiento normativo audaz» para su sector mediante la desregulación, la simplificación y la armonización normativa, que creen un marco de «igualdad de condiciones competitivas» para que la eurozona recupere ese liderazgo digital que tanta falta le hace en el escenario del mercado tecnológico mundial. Piden cambios regulatorios, en el mercado de acceso mayorista, flexibilización de las concesiones de espectro y freno a los desequilibrios respecto a los gigantes tecnológicos.
Connect Europe, la voz principal de los proveedores europeos de conectividad, que representan el 70% de la inversión sector total teleco de la región, quiere que la UE aproveche la entrada en vigor de la Ley de redes digitales (ADN) para «reavivar la competitividad europea» del sector teleco.
«acogemos con gran satisfacción la Ley de Redes Digitales: una reforma profunda puede volver a colocar a la UE en el mapa tecnológico mundial y dar a nuestros ciudadanos y empresas la conectividad avanzada que necesitan para competir»
Las telecos europeas han vuelta a dar un golpe en la mensa por la desregulación de sus sector, para evitar que este siga ahogándose. El director general de Connect Europe, Alessandro Gropelli, lo ha dejado claro: «No podemos seguir haciendo lo mismo una y otra vez y esperar resultados diferentes. Por eso acogemos con gran satisfacción la Ley de Redes Digitales: una reforma profunda puede volver a colocar a la UE en el mapa tecnológico mundial y dar a nuestros ciudadanos y empresas la conectividad avanzada que necesitan para competir».
Gropelli conoce el sector desde su raíz. Antes de unirse a Etno, la asociación de las telecos europeas que ase transformó en Connect Europe, entre 2010 y 2013, fue asesor de asuntos europeos en el Grupo Vodafone y vicepresidente del Grupo de Trabajo de Comercio Móvil de la asociación de operadores móviles GSMA, y antes había trabajado en el equipo de Asuntos Públicos de Telecom Italia y como responsable de relaciones públicas en el Parlamento Europeo. Sobre legislación en el sector teleco europeo y cómo le afecta, lo sabe todo.

TELEFÓNICA Y SUS COMPAÑERAS APUESTAN POR LA LEY DE REDES DIGITALES
La petición de la asociación a al que pertenecen Telefónica, Deutsche Telekom, Orange, BT, Liberty Global, Telenor, Proximus o Telia es una respuesta al «llamamiento a la Evidencia» de la Comisión Europea en la que insisten en la necesidad de abordar la «desregulación ambiciosa, la simplificación audaz, la profunda armonización y una igualdad de condiciones competitivas» para conseguir la recuperación del liderazgo europeo en materia de digitalización.
No obstante, las telecos agrupadas en Connect Europe apoyan sin fisuras «una audaz propuesta de la Comisión para una Ley de Redes Digitales» que sirva de vehículo para implementar rápidamente las recomendaciones de los informes de alto nivel de Mario Draghi y Enrico Letta, tal y como aseguran las telecos.
el objetivo completo de la fibra solo se alcanzará para 2051, y que Europa está a la zaga de todos sus pares mundiales en 5G independientes» lo cual «perjudica no solo a los usuarios, sino también a la competitividad de nuestras economías
Estas, a través de su asociación, insisten en que el marco regulador actual fue diseñado hace décadas para redes antiguas y dinámicas del mercado, y hoy frena a Europa. Así lo han manifestado los últimos dos años los líderes y CEOs de la telecos en repetidas ocasiones, y han liderado esta reivindicación el ex presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete primero y el actual presidente, Marc Murtra, después.
Según la asociación, en las últimas cifras publicadas por la Comisión Europea se revela que «el objetivo completo de la fibra solo se alcanzará para 2051, y que Europa está a la zaga de todos sus pares mundiales en 5G independientes» lo cual «perjudica no solo a los usuarios, sino también a la competitividad de nuestras economías».
En su opinión el «ADN debe establecerse como una regulación que sitúe en su núcleo la competitividad, la simplificación y la armonización«, creando un entorno que promueva una «inversión significativa en infraestructura digital, incentive la innovación, elimine regulaciones obsoletas y excesivamente onerosas y eleve el juego en el campo entre todos los jugadores digitales.
Argumentan que solo así, «comprometiéndose con estos principios fundamentales y permitiendo a los operadores de telecomunicaciones alcanzar la escala» podrá Europa alcanzar de manera realista sus ambiciosos objetivos digitales que garanticen la disponibilidad de una conectividad avanzada y segura «fundamental para la prosperidad del continente«.
PRIORIDADES DE EUROPA EN TELECOMUNICACIONES
Según la antigua Etno, Europa necesita cuanto antes la simplificación radical del marco regulador de las telecomunicaciones «eliminando obligaciones obsoletas, duplicadas o desproporcionadas, en particular cuando la legislación horizontal ya garantice el cumplimiento». Proponen reducir las cargas de presentación de informes y derogar medidas «obsoletas, como por ejemplo la Directiva sobre privacidad electrónica».
También piden un cambio general en el control en el acceso mayorista de las redes, y así promover la inversión. Para ello, en lugar del actual régimen basado en PSM (operadores con posición dominante en el mercado), creen que las obligaciones «ex ante deben permanecer únicamente como red de seguridad en los casos de cuellos de botella de acceso local». Según indican, un producto de acceso paneuropeo «se opone fuertemente por ser desproporcionado, comercialmente inviable y contrario a los objetivos de simplificación».
ADN debe establecerse como una regulación que sitúe en su núcleo la competitividad, la simplificación y la armonización
También piden que la política de espectro debería proporcionar «certeza de inversión a largo plazo ampliando la duración de la licencia (idealmente a 40 años o indefinida) y permitiendo renovaciones automáticas», y creen que la Comisión debería «apoyar el uso flexible del espectro impulsado por el mercado, sin imponer calendarios uniformes de asignación».
Igualmente insisten en frenar los desequilibrios estructurales en el ecosistema de Internet aplicando el principio de «el mismo servicio, las mismas normas» y exigiendo a los gigantes tecnológicos que negocien condiciones justas para los servicios de transporte de datos. Para proteger la inversión y la innovación, la Comisión «debería proporcionar orientación jurídica sobre el Reglamento de Internet Abierto (OIR) mediante una nueva Recomendación, apoyando el desarrollo de casos de uso de rebanadas en red 5G». El ADN también es una oportunidad para actualizar las reglas de neutralidad de la red, en su opinión.
Por supuesto, exigen que se establezca un gobernanza efectiva del mercado único de la eurozona mediante una mayor armonización «para garantizar una aplicación coherente en todos los Estados miembros y reducir la fragmentación causada por prácticas nacionales divergentes y barreras transfronterizas».
En definitiva, ponen sus esperanzas en Ley ADN, que debería en su opinión abordar «los desafíos intersectoriales, garantizar igualdad de trato en servicios similares que permitan una integración justa de nuevas tecnologías» y ponen como ejemplo la futura conectividad por satélite, todo ello librando a compañías como Telefónica, Deutsche Telekom, Orange, BT, Liberty Global, Telenor, Proximus o Telia de «más cargas de informes».